Una película que no sepas cómo va a terminar es garantía de calidad, casi siempre de frescura y, por fuerza, interesante. Esas son sin duda las características principales que hacen de Xenia una cinta importante.
Desarrollada en la Grecia de los últimos y críticos años, Xenia nos adentra en la vida de Dany (16) y Ody (18), un par de hermanos albaneses que han vivido separados unos cuantos años pero que con la reciente muerte de su madre y su falta de nacionalidad legal, emprenderán un viaje para encontrar al padre que los abandonó y que les podría dar seguridad social.
De esta manera descubriremos que Dany es un adolescente gay que vive su sexualidad sin tapujos; con el riesgo de ser agredido por los múltiples homófobos de su país. Y que tiene como mascota a Dido, un conejo que lleva a todos lados.
Pero, ¿es éste animal real? Es una pregunta que no nos hacemos hasta que un extraño suceso hace darnos cuenta que a veces le damos vida a objetos inanimados. Lo cual puede ser ridículo… o muy significativo. Dido podría ser hasta la proyección del padre ausente.
Por su parte, Odysseas (Ody) es un joven responsable en su repetitivo trabajo con el suprimido sueño de ser un cantante profesional, para lo cual su hermano y otros personajes de la historia lo alentarán a que participe en un reality show tipo La Voz o British Got’s Talent.
En su búsqueda ambos llegarán a Xenia; un derruido hotel que tal vez es una alegoría de la crisis económica que se vive en Grecia [allá vamos México], así como del incierto presente y futuro que enfrentan Dany y Ody.
Sobreviviendo entre fascistas, homófobos, machistas y estúpidos; esta pareja de compañeros, amigos y hermanos deberán confrontarse a la vida con los escasos o ricos argumentos que su madre, la música y amigos les han enseñado. Llegando a extremos que ni ellos mismo se podían haber imaginado.
Xenia: Un largometraje perfectamente fotografiado, con melodías valientes y honestas, una dirección y guión que por momentos recuerdan a Pedro Almodovar, y actuaciones sobresalientes.
Por: Ángel Caballero
Fotos: Cortesía