Valerian: Una entrada preciosa, aunque poca clara, con David Bowie y su magistral “Space Oddity”, es el arranque ideal de este alucinante viaje lleno de texturas, colores, subidas y bajadas. El cual por unos minutos parece perder el curso, pero que se recupera para culminar una odisea que debería continuar.
De las series más importantes que tiene Netflix, además de House of Cards, es Merlí; la vida de profesor de filosofía que tratará de convertir a un grupo cualquiera de alumnos de bachillerato en los peripatéticos del siglo XXI, como si él fuera un nuevo Aristóteles.
Hablar de filosofía es, fue y será, cagante. Porque pocos le encuentran utilidad y sentido, cuando la filosofía es la vida misma y por eso tantos viven en la indolencia e indiferencia; no aprecian la vida hasta que la vida los ha abandonado.
Hablar de filosofía es tan sencillo como hablar de la capacidad de asombro. Aptitud que los niños dominan perfectamente, pero que poco a poco vamos enterrando.
Por eso fantasías patéticas como Star Wars le sacan miles de millones a jóvenes y adultos sin una pizca de imaginación y, por ende, inteligencia.
Todo esto y más ayuda a explorar Valerian and the City of a Thousand Planets. Cinta que narra las aventuras de Valerian (Dane DeHaan) y Laureline (Cara Delevingne), una pareja de agentes espaciales encargados de mantener el orden en todos los territorios humanos.
Ambos se embarcan en una misión hacia la asombrosa ciudad de Alpha, una metrópoli en constante expansión, donde especies de todo el universo han convergido durante siglos para compartir conocimientos, inteligencia y cultura.
Así nos embarcaremos en una travesía que pocas veces se detiene para que podamos asombrarnos con los maravillosos mundos que Luc Besson nos presenta.
Tales como el ‘Gran Mercado’, el cual parece ubicado en un desierto pero que en realidad es una especia de programa por computadora en el que se ingresa mediante lentes que te llevan a otra realidad.
Valerian se encargará de que nos sintamos constantemente en riesgo, principalmente porque es sumamente impulsivo, pero al mismo tiempo nuca deja de ser interesante a donde llegaremos, qué criaturas habrá, cómo se comportarán y demás. Aunque en realidad no son aspectos que sean revisados a fondo.
Valerian y La Ciudad de los Mil Planetas cuenta con toda la sofisticación de la que carece Star Wars, saga empeñada en desangrar a sus correligionarios, y cada vez menos interesada en sorprender a los que no la adoramos. Pero a Valerian… le falta la profundidad de algunas partes de Star Trek.
“Hay miseria en el amor que se cuantifica”, es una cita que Bubble (Rihanna) emplea en sus últimos segundos en la cinta, pero es también prueba de que las joyas más valiosas de Valerian y La Ciudad de los Mil Planetas no siempre son obvias ni simplonas.
Dane DeHaan no termina por convencer del todo, debe pulirse como actor de aventuras, es preferible en dramas como Kill Your Darlings. Pero cuando aparece Cara Delevingne, como una sargento retadora y mujer astuta, jamás deja de ser interesante y divertida.
Sin la densidad de El Perfecto Asesino o Angel-A, pero sí con la psicodelia necesaria para nunca olvidarla; Valerian y La Ciudad de los Mil Planetas difícilmente podrá ser justamente valorada en la actualidad, pero sin duda la seguiremos viendo con el transcurrir del tiempo, tal cual sucede con El Quinto Elemento.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesías
Quiero saber de donde viene esa frase sobre el amor y la miseria que le dice bubble a valerian porfavor