Miembros del MC Santa Muerte, Winner On The Road (WOR), Buenos Muchachos, Black-Bears, Los Coloradoz, Inolvidables (Zona Sur), Hound Dogs, Classic’s Rider’s, Old Skulls, Coyotes MC, y más moteros se encuentran esparcidos a lo lago y ancho de la explanada de la Carpa Astros, dándole vida a la primera edición del Urban Road Fest.
Chalecos, faldas, pantalones y por supuesto, chamarras de cuero pueden verse por doquier en esta fría noche de sábado dedicada a los bikers mexicanos.
A las 21:00 horas reinicia la actividad musical en el escenario, Springers rugen en su presentación con convers a grandes canciones de la industria del Metal y Rock ‘n’ Roll en inglés y en español tales como; “Born To Be Wild” clásico de la película Easy Rider, “I Want To Break Free” de Queen, “Don’t Stop Believin'” de Journey, “Mujer Amante” de Rata Blanca; “Highway To Hell” de AC/DC, “Toxicity” de System Of A Down, y más.
Antes de las 22:00 horas los Springers bajan del escenario y el olor a comida de los food trucks en la Carpa Astros sigue inundando el lugar, además de las risas y charlas que forman parte de la convivencia de estos clubes de motociclistas que si los combinamos seguro llevan miles de kilómetros recorridos a lo largo y ancho de la República Mexicana.
SILVERIO DESTROZA LA CARPA ASTROS
Ataviado con un discretísimo traje negro de lentejuelas, camisa roja y zapatos de charol; la estrella de la noche aparece entre chiflidos, mentadas de madre y bullas.
“Aborígenes… Su majestad… Imperial Silverio… Directamente de Chilpancingo, Guerrero” dice pausadamente uno de los DJ’s menos discretos y simples del género, porque tiene que tomar suficiente aire para seguir gritando todas y cada una de las palabras que salen de su boca.
Y con un elegante y sofisticado “Que empiece el cagadero”, Silverio da inicio a un desenfrenado y enfermo show que antes que todo es genuinamente vulgar y honesto.
“Que empiece la fiesta”, vuelve a gritar ‘Su Majestad’ para seguir haciendo sonar ritmos electrónicos aderezados de drops y efectos vocales que van desde gritos de mujer histérica hasta ladridos de perro.
“Cuanta pinche puta… Generosidad”, ironiza ‘El Emperador’ ante los vasos de cerveza que la gente le arroja desde diferentes puntos de la Carpa Astros, los cuales recibe con gran placer puesto que su tornamesa está debidamente protegida y ni una gota de alcohol la afecta directamente.
“A mover el pinche puto esqueleto” casi suplica el guerrerense en escena, porque pocos bikers siguen el ritmo de sus beats repletos de poder, fuerza y ánimo. El cual, sorprendentemente, no se refleja en todo el público.
“Nueve pinches putos minutos de música continua”, asegura Silverio antes de seguir haciendo retumbar la explanada de la Carpa Astros con su incontenible sonido y empezar a desnudarse; primero lo hace con su saco, después lo hará con su camisa y pantalón hasta quedar en una discreta trusa roja.
“¡Sácate las tetas! ¡Me saco la verga si te sacas las tetas!”, solicita muy amablemente el elegante caballero en la tornamesa a una señorita del público que le sigue la corriente a ‘Su Majestad’.
“Parecen puro pinche público de la Condesa”, afirma ‘El Emperador’ ante la falta de gente que baile, se aloque, se ‘convulsione’ y se entregue tal cual él lo hace, yendo y viniendo del escenario sin parar ni dejar de controlar sus sonidos.
Sin embargo los litros y litros de cerveza que le han arrojado se tienen que limpiar porque algunas secciones de su tornamesa son imposibles, o hasta peligrosas, de mover. Y es durante uno de sus primeros hits, “Gorila”, que un miembro de su staff seca como puede el líquido. Pero algo ha movido y la melodía suena distorsionada, algo con lo que también juega Silverio y controla inmediatamente, no sin antes subirse en los hombros del responsable de esa falla técnica y terminar empujándolo a manera de amistoso regaño.
“¡Esta pieza musical me la compuse a mí!”, asegura el guerrerense antes de hacer sonar “Yepa, Yepa, Yepa”, otro de sus grandes éxitos que ya hace sonar casi completamente desnudo pese a la fría noche que ya se convertirá en madrugada.
Que ‘el emperador’ en escena está sudando es seguro, pero jamás se notará porque los litros de cerveza que le han aventado lo camuflan perfectamente.
Es así que minutos antes de las 00:00 horas del domingo 13 de marzo, ‘Su Majestad Imerial’ da por concluida su cátedra de enferma música electrónica que para disfrutar no hay que comprender, sólo sentirla tal cual él lo hace de principio a fin. Silverio, cátedra de lo que un artista hecho y derecho hace.
Por: Ángel Caballero
Fotos: Marko Sauce