Por Néstor Ramírez Vega
@NestorRV
Boris Schoemann, director del Teatro La Capilla, conoció hace 10 meses el problema que enfrentaría en 2016. El apoyo económico de México en Escena le sería negado por primera vez desde 2004, cuando comenzó este programa del Fonca a mediano y largo plazo.
El Teatro La Capilla, fundado en 1950 por Salvador Novo, vivirá una época de resistencia y subsistencia a partir de abril. Schoemann contó que sin este apoyo tomarán medidas para resistir el problema, como lo es aumentar el costo del boleto a 200 y 150 pesos.
El director del espacio comentó que “éste es un buen momento, este cambio de Conaculta a la Secretaría de Cultura, para empezar a hablar de qué es lo que está pasando, qué nos está pasando a los teatristas, qué está pasando con los teatros independientes, de qué está pasando con los subsidios a la cultura, hacia dónde están dirigidos”.
El también director de la compañía teatral Los Endebles señaló que cuando Jesusa Rodríguez les entregó las llaves de La Capilla en el 2000, “realmente tuvimos que inventarnos, fue una escuela para nosotros el poder dirigir el teatro”, crear, y hacer múltiples actividades. Schoemann considera a México en Escena como “uno de los programas más nobles que existen, porque por fin hay un programa de continuidad, que está a mediano y largo plazo en su planeamiento”.
Las co producciones, las residencias, la editorial, las 400 funciones con 40 grupos, así como la Semana Internacional de la Dramaturgia se verán afectadas por esta reducción. “¿A qué nos orilla esto? A que La Capilla se convierta en un teatro privado. No es mi giro. Yo lo tengo muy claro”.
“Los que hemos estado en la Capilla tenemos una visión de que sí, el teatro tiene que ser un asunto donde la economía y lo comercial… no tenemos que olvidarnos de ello, tenemos que vivir de nuestro trabajo, pero si el Estado nos apoyaba era para que este apoyo fuera para el público y los grupos invitados”, detalló Schoemann.
Tranquilo, pero también con muestras de preocupación, el director aseguró que esta situación la podrán resistir algunos meses, pero no demasiado tiempo porque “no está en el espíritu ni de La Capilla ni de la compañia Los Endebles volvernos un teatro privado regido por las leyes del mercado. El arte y la cultura no pueden ser regidas por las leyes del mercado, porque entonces tendremos una cultura muy comercial”.
Creo que es tan importante que pongamos énfasis en los espacios escénicos independientes, algunos que están desapareciendo o en grave peligro, y que sí necesitan un incentivo, un pequeño apoyo del Estado para sentar las bases para que a partir de éstas se desarrollen muchas otras”.
Por su parte, el co director Hugo Arrevillaga afirmó que “Lo que realmente me resulta preocupante es qué va a suceder con todas estas compañías jóvenes, jóvenes artistas, para los cuales La Capilla ha sido un punto de lanza”, pues a través de las residencias y co producciones los recién egresados podían experimentar y encontrar en La Capilla un espacio para crear.
Aunque Schoemann está consciente de los problemas que enfrentará La Capilla, aseguró que la adversidad le da alas y que salvarán el proyecto, cuyo espíritu es el de la resistencia frente a la adversidad y lo comercial; tratando de profundizar en la creación de espectáculos con un contenido social.