Es muy fácil vivir cuando no tienes idea de la muerte. A los nueve años Don Enrique ya había visto y fotografiado a su primer cadáver. De esta forma, y a tan corta edad, obtuvo la primera de cientos de primeras planas.
Es muy fácil vivir cuando no tienes idea de la muerte. A los nueve años Don Enrique ya había visto y fotografiado a su primer cadáver. De esta forma, y a tan corta edad, obtuvo la primera de cientos de primeras planas.