Lugar a dudas, de Guillermo Sheridan, invita a tomar asiento, beber un café o una cerveza, y reírnos de la insignificancia de la inocencia humana.
Lugar a dudas, de Guillermo Sheridan, invita a tomar asiento, beber un café o una cerveza, y reírnos de la insignificancia de la inocencia humana.