El ‘Mon La Fruta tour’ llegó a su fin en un pletórico Coloso de Reforma mexico-chileno de tres horas; la frescura del mexicano encanta, mientras que el poder vocal e interpretativo de la chilena parece increíble.
El ‘Mon La Fruta tour’ llegó a su fin en un pletórico Coloso de Reforma mexico-chileno de tres horas; la frescura del mexicano encanta, mientras que el poder vocal e interpretativo de la chilena parece increíble.