“Buenas noches. Es un honor estar parado en este escenario, pero lo más chingón es que ustedes están aquí”, afirma Sabo Romo a una audiencia que ni siquiera ruge con la fuerza que deberían brindar casi 10 mil almas aquí reunidas.
Pero así empieza “Viento” en un escenario que solo tiene, además de a Romo en el bajo, a Gasú Siqueiros en la guitarra derecha, Arturo Ybarra en la guitarra eléctrica y ‘Chiquis’ Amaro en la batería. Y es Ybarra quien pese a su extraordinario solo de guitarra no nos hace olvidar que este concierto debería de contar con una orquesta.
Lo que vuelve a pasar a segundo plano cuando finaliza la canción y ahora sí todo el público que va llenando el Coloso de Reforma explota en júbilo.
“Hagan de cuenta que estamos en Woodstock y que huele a perro mojado”, dice Sabo antes de darle la bienvenida al escenario a Bon para que cante “Parecemos Monitos”, rola para conocedores pues sólo pocos la interpretan a todo pulmón desde sus asientos.
Para “Mamá”, Kazz se apodera del micrófono y hace gala de su potencia vocal, logrando que su atuendo, un blazer azul marino y pantalón de vestir gris, combinen perfectamente haciéndonos testigos de que los años le han sentado bastante bien.
Esta parte eléctrica (sigue sin haber rastro de una orquesta sinfónica) da paso a “No Hay Nada Eterno” en voz de Humberto Calderón y Sergio Santacruz, integrantes de Neon, quienes son admirablemente recibidos por un Auditorio Nacional que ya está completamente lleno.
“En México no era bien vistas las mezclas de ritmos, mucho menos en los 80”, asevera Sabo antes de darle entrada a Piro, recordando sus largos años de fiel amistad, y así, dejando sonar “Déjala Tranquila”. Melodía con un inolvidable coro que de hecho recientemente Panteón Rococó homenajeó en su disco del 2009 Ni Pan, Ni Pescado.
“Te Vi En Un Tren” no puede empezar sin uno de los recibimientos más calurosos de esta lluviosa velada, Marciano Cantero les recuerda a todos la importancia de Los Enanitos Verdes, y aunque él es español parece estar en casa. Además el track vuelve a sobresalir cuando los cuatro cuerdistas en escena hacen una especie de círculo ritual.
Sabo ni siquiera tiene que decir mucho sobre su siguiente invitado para que los gritos desaforados de las féminas, y algunos varones, estallen como nunca hasta entonces. Así, Leonardo de Lozanne interpreta “Microbito”, desatando más gritos incontrolables hasta cuando hace los pasos de baile más simples.
Cala, integrante de Rostros Ocultos, es el siguiente rockstar ochentero que con “El Último Adiós” cerrará la fase eléctrica de la noche.
Todo está en silencio, Romo resopla en el micrófono y detrás de un telón semi-transparente se escucha a la Camerata Metropolitana afinado sus instrumentos. Cae el telón en el momento exacto que comienza “Mátenme Porque Me Muero”, y así el concierto se torna monumental por todos los artistas en escena pero, sobre todo, porque toda la gente se ha parado de sus asientos y empieza la entonación de este himno rockero.
El regreso de Bon al escenario es más espectacular que la primera vez y de esta forma da vida a “Voy A Buscar”, que resuena en las gargantas de miles en el Auditorio Nacional.
“Hemos estado rodando por todo el país y hemos conocido a gente que vale mucho la pena… Pero yo soy chilango, así que… ustedes son mis favoritos”, confiesa Kazz antes de brindar uno de los momentos más memorables de la noche, con la que hasta Romo confesaría considera una de las canciones más chingonas del rock en español: “Beber De Tu Sangre”.
Por ‘cuestiones de agenda’ Miguel Mateos no pudo estar aquí, pero eso no es ningún impedimento para disfrutar una inmortal melodía como “Es Tan Fácil Romper Un Corazón”, es por ello que ya casi nadie está sentado y en cambio, la inmensa mayoría está cantando de principio a fin, y desde la primera hasta la última fila.
Los Neon vuelven a la tarima para seguir fascinando con unos “Juegos De Amor” que evidentemente no han perdido, ni perderán, vigencia.
“Lobo Hombre En París” hace lucir los instrumentos de viento y cuerdas como nunca, aunado a los falsetes y acentuaciones magistrales de Piro. Y es él mismo quien también recupera de nuestra memoria “Marielito” de su Ritmo Peligroso.
La inmensa mayoría de treinteañeros gritan y arengan a Romo. De hecho uno de ellos le pide que le aviente el moño que adorna el cuello de su camisa, a lo que Sabo contesta despreocupadamente; “Lo vamos a subastar al mejor postor. El que ofrezca a la hermana más buena, se lo doy”, provocando risas a lo largo y ancho de este Coloso de Reforma.
A continuación, y como el público se había quedado con ganas de más de Marciano Cantero, llega “La Muralla Verde” que a nadie separa, al contrario, todos forman una ejemplar comunidad ochentera que también tiene espacio para niños, adolescentes y adultos mayores, es decir, todo aquel capaz de comprender que el arte habla por sí mismo y si lo entiendes, jamás te discriminará.
“Todo el proceso de confeccionar el Rock En Tu Idioma no ha parado. Y aunque al principio no creían en nosotros, aquí estamos”, confiesa Sabo antes de que todas se vuelvan locas de alegría por volver a ver en escena a De Lozanne quien con “El Diablo”, ahora sí, saca sus mejores pasos de baile.
Antes de “Kumbala”, Sabo sigue conversando con su gente, quienes desde todos los lugares posibles le gritan para que lo escuchen y de esta manera seguir ‘el cotorreo’ que desde temprano el público y Romo tuvieron. Lo que cambia radicalmente cuando esta composición de La Maldita Vecindad, es reversionada en un ritmo aún más cadencioso y sumamente elegante gracias a la Camerata Metropolitana.
“El Final” se ha convertido en una canción indispensable de bodas, quienceaños, primeras comuniones, graduaciones, etc, etc y etc. Y aquí no es la excepción, la fiesta estalla a más no poder dándole un casi cierre espectacular a esta velada rockera.
“Sácate seis ceros y hablamos. No es cierto, ya sabes que yo siempre soy tuyo”, continúa bromeando Sabo específicamente con un fan que no ha parado de gritarle, afectuosamente, al también integrante de Caifanes desde la primera fila que Romo considera la última, provocando la locura total de felicidad de todos los que llenan el segundo piso del Auditorio Nacional.
Después de una serie de cariñosas rechiflas, mentadas de madre y presentación de todos y cada uno de los que forman parte de Rock En Tu Idioma: Sinfónico, se da pie a que Piro, Bon, Kazz, Cala, Leonardo de Lozanne, Marciano Cantero, Neón (Humberto Calderón y Sergio Santacruz), Arturo Ybarra, Gasú Siqueiros, ‘Chiquis’ Amaro y, desde luego, Sabo Romo tomen el escenario para olvidar las penurias lluviosas que esta noche muchos pasaron para llegar al Coloso de Reforma, pues todos saben que “Cuando Pase El Temblor” sólo quien lo merezca, sobrevivirá.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesía Ocesa (Lulú Urdapilleta)