Redacción
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“Yo soy cóncava y convexa; dos medios mundos a un tiempo: el turbio que muestro afuera, y el mío que llevo dentro. Son mis dos curvas-mitades / tan auténticas en mí, / que a honduras y liviandades / toda mi esencia les di”… Irreverente, soberbia, provocadora, la palabra poética de Pita Amor volvió a resonar la noche de este martes en el Palacio de Bellas Artes, durante el homenaje que le rindieron la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México (SCCDMX) y el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA).
Pita Amor, la dama excéntrica que caminaba por la Zona Rosa; Pita, la señora que vendía poemas en servilletas y trozos de papel por cinco pesos, pero, sobre todo, Pita, la poeta de altos vuelos, cuya valía reconocía incluso Alfonso Reyes, fue recordada por Elena Poniatowska, su sobrina; por el cineasta Eduardo Sepúlveda Amor, también su familiar, y por los escritores Miguel Sabido y Edgardo Bermejo Mora.
También estuvieron presentes en el homenaje Eduardo Vázquez Martín, Secretario de Cultura de la Ciudad de México; Andrés Torres, director de Extensión Cultural del INBA, y Ernesto Velázquez, director de TVUNAM, así como María Cortina, directora de Proyectos Especiales de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.
La velada, realizada en la Sala Manuel M. Ponce del Palacio de Bellas Artes, la cual se llenó totalmente, inició con el estreno del documental Señora de la tinta americana, del director Eduardo Sepúlveda Amor, biografía visual en la que se recuerda a la escritora y a su obra poética, a través de entrevistas con personalidades que la conocieron, como Elena Poniatowska y Miguel Sabido.
“Estaremos con una Pita altanera, seductora, caprichosa, brillante, hermosa, irreverente y también con una excelente poeta, quien, junto con Nahui Ollin, fue precursora de la llamada liberación femenina”, señaló María Cortina al presentar el trabajo audiovisual de Sepúlveda Amor.
Esta noche, agregó, también hay un motivo más para celebrar: el hecho de que hoy, en este lugar, podemos comprobar que la cultura sigue siendo un espacio amable, incluyente y, sobre todo, necesario, urgente, y ojalá lo sea siempre. Por ello nos permite a la Secretaría de Cultura y al INBA estar juntos para compartir la obra y la vida de una gran señora.
En el documental, que contó con el apoyo de TVUNAM, se intercalan las entrevistas, interpretaciones de poesía de Pita Amor en voz actores como Susana Alexander, Lilia Aragón y Miguel Romero, así como representaciones en danza de poemas y etapas de vida de la escritora. El documental muestra también material de archivo de fotografía, cine, televisión y video relacionados con la trayectoria vital y la obra de Pita Amor.
Al término de la proyección, se llevó a cabo una mesa en la que Edgardo Bermejo Mora reconoció que es necesario reivindicar la figura y el personaje de Pita Amor, pero sobre todo “a la escritora detrás de la figura y el personaje: ésa es la gran deuda de la república de las letras mexicanas con Pita y ésta es una buena ocasión para ello”.
Por su parte, Elena Poniatowska comentó que Pita, su tía, soberbia como era, le dijo alguna vez –cuando Elena se iniciaba en el periodismo–: “No te compares a tu tía de lava, yo soy la dueña de la tinta americana y tú una pinche periodista”.
Poniatowska también aseguró que Pita era la más atrevida de las mujeres atrevidas de su época.
“Más que Nellie Campobello, más que Rosario Castellanos, más que Elena Garro, más que Josefina Vicens y muchas otras, (que nunca trabajó), porque pensaba que trabajar era de criadas, y al final de su vida fue capaz de verse a sí misma con gran lucidez”.
Ernesto Velázquez destacó el trabajo de Eduardo Sepúlveda Amor en el documental que se estrenó. Un proyecto, dijo, que él traía de años atrás, donde también buscó recuperar acervos e imágenes históricas.
“Con gran cuidado, ha logrado no sólo describir al personaje sino a la poesía de Pita, es un trabajo que se reconoce”, afirmó Velázquez.
También anunció que el documental Señora de la tinta americana se va a estrenar en TVUNAM este jueves 6 de agosto y que se buscará que se transmita en todas las televisores públicas del país.
Al final del homenaje, en los presentes quedó reverberando la voz de Pita Amor, sus ademanes exagerados, sus maneras provocadoras, la altanería de su voz, la fuerza de su palabra: “Y en forma tal conviví / con negro y blanco extremosos, / que a un mismo tiempo aprendí / infierno y cielo tortuosos”.