En punto de las 20:43 horas Javier Ibarra Ramos da comienzo a esta velada rapera que marca el regreso a México de dos de los máximos exponentes del género en Puerto Rico y España.
“Bienvenidos a ‘El Círculo’”, dice Kase.O mientras nos presenta algunas de las canciones que componen ese mismo álbum, el más reciente en su carrera.
Con “Esto No Para”, Ibarra asegura que este concierto es el momento perfecto para poner en sincronía mente, espíritu y músculos.
Es así como “Yemen” marca el primero de los muchos grandes momentos que se esperan de este concierto.
Sho-Hai es una de las primeras sorpresas de la noche con lo que Kase logra regresar dos tercios de Violadores del Verso al otrora Distrito Federal.
Quienes con extractos de “Vicios Y Virtudes”, “Quieres”, “Ocho Líneas”, “La Ciudad Nunca Duerme”, “Nada Qué Hacer”, “Pura Droga Sin Cortar”, “Hardcore Funk” y “Vivir Para Contarlo”; desatan la euforia de sus más longevos seguidores.
“Chicas: No os dejéis abusar. No os dejéis. Chicos: Estás chicas son increíbles, salen de casa, asisten a conciertos y escuchan hip-hop. No es no. No es no”, advierte y alaba este MC español a su fanaticada ante los escándalos más recientes de abusos a mujeres, los cuales son de todo tipo y, lamentablemente, en todos lados y a cualquier hora.
“Yo tampoco hacía canciones de amor en un principio pero esta me salió porque la vida me la puso”, confiesa Ibarra Ramos antes de hacer sonar las románticas y atrevidas rimas de “Mazas Y Catapultas”.
Continuando con el romance hiphopero “Mitad Y Mitad” es una de las canciones más sexualmente explícitas de Kase.O, y la favorita de muchas de las féminas aquí presentes en el Palacio de los Deportes… pero no fascina tanto a los hombres.
Lamentablemente cuando “Rap Vs. Racismo” suena bajo el Domo de Cobre es sólo un extracto de menos de dos minutos, de los seis que dura la original, y el mensaje pocos realmente lo comprenden y gozan como sucede con la versión comandada por su compatriota El Chojin.
Casi a las 22:00 horas termina la primera mitad de este espectáculos lírico y musical. Para darle paso a la estrella de la noche, en un Palacio de los Deportes con al rededor de nueve mil almas, Residente.
Es así como más de 20 minutos después de relativa tranquilidad, las luces del recinto se vuelven a apagar para dar paso al acto estelar. Que bajo el orgulloso grito de “Somos Anormales”, hacen sentir su particular presencia.
La fiesta que se acaba de desatar, y que gozan con mucha mayor plenitud en la parte trasera del Palacio porque hay más espacio para bailar, no para y por eso “El Baile De Los Pobres” libera cada vez el estrés de los presentes; quienes a base de gritos, chiflidos, alaridos y aplausos muestran lo ansiosos que estaban por ver a René Pérez Joglar.
Y si bien “El Aguante” es uno de los máximos himnos de rebeldía con los que cuenta este puertorriqueño, la desagradable verdad es que está usando el mismo setlist que hace más de un año hizo sonar en el Auditorio Nacional, y después de unos meses en el Vive Latino 2018.
Lo cual está perfecto exactamente para eventos como ese, el Vive, en el que tiene relativamente poco tiempo para impactar y sorprender a su público, pero en un concierto debería sacarle jugo a sus canciones más arriesgadas y no basarlo todo en éxitos.
“Desencuentro” marca el primero de los muchos momentos románticos que seguramente habrá esta noche. Enseguida “Calma Pueblo” vuelve a exacerbar el ánimo de sus fanáticos.
“Este tema se lo dedico a todos los inmigrantes del mundo, no nada más a los Centroamericanos que están pasando momentos tan difíciles”, declara Pérez Joglar antes de que salga un poco de la zona de confort en la que se encuentra gracias a las percusiones andinas y salvajes de “Pa’l Norte”.
Por su parte “Dagombas En Tamale” vuelve a mostrar la riqueza multicultural de Residente y sus músicos, quienes aunque no sean 100 por ciento africanos se desempeñan con tanta fuerza, pasión y poder, que es imposible mantenerse quieto ante esta memorable melodía.
Con “Adentro” el enojo y molestia con los sujetos que se hacen llamar artistas y que en realidad solamente promueven el odio y la violencia, sigue haciéndose presente en esta explícita y arriesgada canción que muchos tratan de relatar igual que René.
“Atrévete-te-te” es otro de los tantos éxitos que marcaron la riquísima historia de Calle 13 y que seguramente Residente seguirá cantando con el paso de los años porque así el público lo exige aunque se digan los más asqueados con el reggaeton.
Caso casi similar al de “La Cumbia De Los Aburridos” pero un tanto más tropical y menos vergonzoso.
Con “Guerra” este concierto se torna lúgubre y escabroso, basta ponerle un poco de atención a la letra para comprender que se retrata más de un canto en contra de las confrontaciones violentas y a favor de mantener una actitud más desafiante ante tantas injusticias y a la sinrazón que vive el mundo hoy en día.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesía Ocesa (César Vicuña)