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Jorge Rafael Videla, Augusto Pinochet, Juan María Bordaberry, Rafael Trujillo, Juan Velasco Alvarado, Anastasio Somoza García. En el siglo XX gobiernos de América Latina estuvieron al mando de generales a partir de golpes de Estado. Estas dictaduras fueron apoyadas por Estados Unidos ante la inminente amenaza comunista.
Los ciudadanos con ideas de izquierda fueron perseguidos y torturados en sus países, por lo que buscaron asilo político en otras naciones. México fue uno de los refugios de estos exiliados.
En los años 70 surgieron la mayoría de las dictaduras latinoamericanas. A más de 40 años de estos sucesos, el Gobierno de la Ciudad de México y el Festival del Centro Histórico decidieron realizar el concierto “Canciones del Exilio Latinoamericano”, donde artistas de diferentes generaciones participaron para abordar esta situación social que los convirtió en mexicanos.
El concierto dividido en cuatro partes lo iniciaron la cantautora chilena Margarita Cruz y Anthar López; terminó con un gran baile de tango y milonga. Otros músicos que estuvieron presentes fueron Jorge Buenfil, Delfor Sombra, Nahuel, el grupo musical Los Folkloristas, Eugenia León, Hebe Rossell, Memo Briseño, Fernando Santullo, Gabriel Casacuberta, Colectivo Art. 33, Alejandro Marcovich y Paté de Fua.
Al inicio del concierto realizaron una proyección donde mostraron incidentes sucedidos en Latinoamérica en los años 70, los cuales serían testimonios de la etapa más desgarradora que ha sufrido el continente, pero también de la solidaridad que caracterizó a México.
Fotografías: Néstor Ramírez Vega
En este período de más de cuatro décadas han llegado cerca de tres generaciones de músicos y artistas que, a partir de la convivencia e interacción entre culturas, han forjado un ritmo híbrido con la cultura de los países sudamericanos y los ritmos mexicanos, como Paté de Fua, donde los países de procedencia de los integrantes (Argentina, Palestina, Brasil y México) han nutrido sus melodías yendo del jazz al tango, retomando la tarantela y el mussete.
En el concierto intervinieron cortometrajes relacionados con el tema del exilio. Algunos de los participantes, como Alejandro Marcovich, ex integrante de Caifanes, recordaron cómo sus familias encontraron refugio en México hace 40 años a partir del inicio de las dictaduras.
El guitarrista y compositor aseguró que al vivir tantos años en el país se siente tan mexicano como cualquiera de los asistentes, cuyo número fue creciendo a lo largo del espectáculo.
Los asistentes estuvieron complacidos con un concierto de más de cinco horas donde las propuestas musicales recordaron cómo los creadores mostraron su música a los mexicanos y aquí escucharon las producciones nacionales. Como aseguró Yayo González, de Paté de Fua, que ellos no le han dado nada a México, sino el país les ha dado todo, aunque ellos no pertenecieron a la primera generación de exiliados.
La interacción intercultural de los años 70, pese a la situación adversa del momento, permitió que aquí encontraran los artistas exiliados nuevos horizontes, y a su vez éstos ampliaron los nuestros; nos enriquecieron con sus letras, con sus canciones, con su música, con su ciencia; con otras formas de ver, analizar, compartir y disfrutar la vida cotidiana, como aseguraron los funcionarios del GCD.
Por: Néstor Ramírez Vega (@NestorRV)
