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Kenzaburō Ōe levantó en 1994 el premio Nobel de Literatura, galardón que este año cayó en manos del escritor británico nacido en Japón, Kazuo Ishiguro. Desde obras como Arrancad las semillas, fusilad a los niños y Una cuestión personal el autor mostró una mirada tenaz para indagar los problemas de su tiempo a través de una pulcra narrativa.
Fuera del realismo que caracteriza sus primeras obras, M/T La historia de las maravillas del bosque es una obra donde el autor logra la convivencia de la realidad y la fantasía y que esta misma se vuelva parte de la historia, sea falsa o no.
¿Qué es M/T? Es una pregunta sin respuesta explícita. Aunque el lector recorra las páginas en busca de una definición es incapaz de encontrarla porque M/T es todo, es la historia de la comunidad, su fundador, sus libertadores y sus ascendientes, el tiempo de la montaña.
La obra aborda la historia de un valle en la isla de Shikoku donde unos fugitivos de una ciudad fundan una sociedad que está alejada del gobierno central de Japón; es decir, es un país dentro de otro país.
Esta obra toma distancia de las demás por su género así como por tomar distancia de la crudeza de sus otras historias. En esta también aparece la imposición de un gobierno y la forma en que reprime a ciudadanos libres, como llegó a suceder en Arrancad las semillas…
Un niño tiene la encomienda más importante de su pueblo: ser el último portavoz de los mitos fundacionales. En medio de una época de transición a la modernización el pequeño se ve atado al pasado por una labor que él no eligió y llega a rechazar. En un inicio su abuela es quien le cuenta las leyendas de la comuna, sin embargo ella fallece y la labor queda en manos de las últimas personas que conocen las historias, aunque el pequeño también buscará la verdad detrás de algunas leyendas que forman parte de la historia perdida del pueblo.
En M/T no solo nutren la historia de Japón a la narración, sino también las propias vivencias de Kenzaburō Ōe, como el apoyo y la instrucción de su abuela y su madre, así como el nacimiento de su hijo Hikari.
Las figuras de estas personas las adapta a los personajes de la novela y hace que caminen hacia un rumbo de protección y formación, de libertad y de bien común. Tanto al inicio como al final estas figuras remarcan la importancia de la humanidad que busca rescatar el autor a través de sus obras, pues es a partir de la sensibilidad que luego de una búsqueda por la destrucción de la naturaleza, a través de una “luz” se percibe que no está muerto el espíritu de las maravillas del bosque, sino está esperando y acompañando a sus habitantes.
El lector tradicional de Ōe encuentra en esta obra un libro muy diferente a los demás del escritor japonés, pero también encuentra su lado más sincero al buscar no solo a las personas que ya conocen sus historias, sino a aquellos que son capaces de creer en historias, criaturas y situaciones fantásticas.
Por: Humberto de la Vega
(@RevistaExt)
