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Desde los alrededores del Domo de Cobre se puede empezar a ver el encuentro multigeneracional que adentro del sucederá. Bajando de un auto compacto se pueden a una niña, dos jóvenes y cuatro adultos, quienes con sonrisas en los rostros se cubren de la inminente lluvia que se aproxima a la CDMX.
Ya dentro del Palacio de los Deportes el reloj marca las 20:15 horas y Sabo Romo, el autor intelectual de esta reunión rockera, nos da la bienvenida con la espectacular “Mátenme Porque Me Muero”.
El lindo romanticismo de “Es Tan Fácil Romper Un Corazón” provoca que gran parte del público se levante de sus asientos para corear este espectacular clásico.
Termina y todos se vuelven a sentar, pero basta que Sabo diga que a continuación Kazz interpretará “Beber De Tu Sangre” para que inmediatamente todos en pista abandonen las sillas dispuestas especialmente para esta velada.
Rockotitlán emerge de la memoria de los mayores de treinta años y Sergio Arau aparece en el escenario de este pabellón musical para interpretar “Alármala De Todos”, la cual entusiasma a gran parte del público.
Acto seguido una de las intérpretes mexicanas más importantes de México interpreta “Kumbala” de La Maldita Vecindad pero con un arreglo muy calmo y sensual. Sin embargo ello es entendido por muy pocos y aunque Cecilia Toussaint se desempeña muy bien, no atrapa a los espectadores y por lo mismo no es tan memorable.
Javier Gurruchaga ingresa a escena con su asombrosa personalidad, dando los primeros pasos de baile complicados sobre la tarima, y canta “Corazón De Neón” mientras va y viene enfundado en un traje negro pero con corbata plata y un saco rojo casi tan inconfundible como él mismo.
“Bolero Falaz” y “Ni Tu Ni Nadie” le ponen un toque un tanto más popero a este recital setenta-ochentero y algunas tímidas rockeras interpretan junto a Maria Barracuda estas melodías con suma pasión, sobre todo la segunda.
Es el turno de la cabeza principal de Ritmo Peligroso, Piro, así que “Marielito” es muy bien recibida bajo un Domo de Cobre que no termina de explotar… pero se acerca.
Primera señal de ello es el acompañamiento del adoradísimo por millones de mujeres, Leonardo de Lozanne, para que “Lobo Hombre En París” empiece a calentar hasta el punto de ebullición este recinto.
Y
es con “El Diablo” que el infierno en el Palacio se desata, ahora sí no permitiendo que ninguna de las más de 12 mil almas hoy congregadas estén sentadas, coreando, gritando y cantando con todo el corazón.
La Lupita sigue convirtiendo esto en un manicomio gracias a “Paquita Disco”.
Pero es con la llegada de la inconfundible voz de la Cuca, José Fors, que muchos saltos apasionados se dejan ver en algunas zonas del Domo de Cobre.
La raza por fin deja mucho más de lado su timidez gracias los norteños de El Gran Silencio, quienes con su “Dormir Soñando” dejan totalmente de lado el aburrimiento y se desgañitan para interpretar este himno callejero de los 90.
Y es así que Samo solicita que todos y cada uno de los cantantes que hoy pisaron el escenario del Palacio de los Deportes regrese para interpretar una de las melodías más poderosas del rock internacional, “Cuando Pase El Temblor”.
Entre alaridos, aplausos, risas y hasta uno que otro llanto; más de dos horas de concierto concluyen en un Domo de Cobre que albergó tan solo algunas de las tantas canciones que llegaron para quedarse en la memoria de sus primeros oyentes y estos las pasan, pasaron y pasaran a distintas generaciones.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesía Ocesa
