Por Néstor Ramírez Vega
@NestorRV
No es lo mismo hacer periodismo a un documental. Cada disciplina tiene su lenguaje y su técnica.
El periodista Alejandro Cárdenas, a su regreso a México en 2005, abordó el albergue llamado Oasis, el cual da cobijo a homosexuales portadores de VIH.
El tema llama la atención, pero el problema es que para 52 minutos, el director aborda demasiados puntos: sexo servicio, vivir con sida, problemas con la familia, la homosexualidad y el travestismo.
A eso hay que agregar a un paciente que yace en una cama y tiene una enfermedad mental. Por estas razones, es que no profundiza en una, sobretodo por los minutos que tiene.
La fotografía es aceptable; en muchas ocasiones cruda, en especial las series en que aparece el enfermo.
Esta cinta puede ser una apología a la vida y la muerte, aun la esperanza después de una fatídica noticia. Lo último que perece son los recuerdos.