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Por Néstor Ramírez Vega
@NestorRV
En la cartelera del cine popular, ¿qué propuestas parecen interesantes? La respuesta, la tiene cada espectador, pero en mi caso, diré que es preferible ver lo que se hizo en el pasado.
No es el afán por idolatrar las producciones de la época de oro, pero al menos las cintas que llegan a las salas de cine, que son hechas por mexicanos, muchas veces no dicen algo trascendente y tratan la misma dinámica que las telenovelas de los grandes consorcios.
¿Podemos decir que No se aceptan devoluciones, A la mala o Elvira tienen una propuesta que resulte interesante? Al menos no son aburridas, ¿pero por qué conformarse? ¿En este país siempre debemos aceptar “el menos malo”?
Como dicen, hay libros para todos los gustos, pasa lo mismo en todas las expresiones artísticas; sin embargo, un fenómeno que se está dando es trabajar para entretener, cuando en la revolución se llevó a cabo para documentar lo que sucedía en el país y posteriormente dar una versión de los hechos.
¿Hacia dónde vamos? Pregunta sin respuesta. Lo que sí es que debemos exigir más como consumidores y receptores de esos trabajos que son meramente televisivos y nos dan más de lo mismo.
Y luego nos preguntan por qué nos volvemos insensibles e indiferentes cuando siempre proyectan las mismas escenas.
