Decir que Mentada de Padre es una mentada de madre es fácil. Ya ni coraje da ver este tipo de porquerías en la cartelera nacional… dan pena.
La única razón por lo que quise ver este ridículo fue la presencia del maestro Héctor Suárez. Lamentablemente su aparición dura unos 10 minutos y está enlodada por un guión ramplón.
Todo comienza en 1942 cuando don Lauro Márquez Castillo (Suárez), dueño de un imperio de radio mexicana, en su lecho de muerte, manda llamar a sus cuatro “decepcionantes” hijos para recitarles su último deseo.
El cual consiste en demostrar quien es el verdadero Márquez Castillo, mediante una competencia que se transmitirá en vivo, cual reality show actual, a través de un programa radiofónico.
De esta forma lo que pudo ser una comedia cinematográfica llena de buen gusto, originalidad y hasta elegancia, se convierte en un sketch muy largo que sólo es perfecto para dormir porque todas sus gracejadas ya se han visto en la televisión nacional desde hace décadas.
Pues pudiendo hacer algo tan extraordinario como La Hora Radio Roma; se fueron por lo fácil… ooootra comedia, si así se le puede decir a sus clichés, vulgaridades y demás insultos a la inteligencia de cualquiera que haya terminado la primaria.
Risibles playbacks, música atemporal y hasta pobre iluminación (que seguramente sus realizadores justificarán diciendo que eso se debe a la época en la que está ambientada); hacen de Mentada de Padre un decepcionante derroche de dinero y talento.
Puesto que lo que más tristeza da, es ver a actores tan profesionales (Mauricio Isaac, Hernan Del Riego, Ximena Romo y los maestros Carlos Aragón y Héctor Suárez) en un filme tan mediocre, repetitivo, ridículo y vergonzoso.
Pero nada de esto importa, porque seguramente Mentada de Padre será vista por millones de mexicanos. Mientras que cine hecho con inteligencia, amor y calidad artística es despreciado en México.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesía Grupo Televisa