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María Hanneman Vera es una pianista mexicana de 15 años de edad, apasionada por la música. A su corta edad ya cuenta con reconocimiento internacional; ha ganado 19 premios (7 nacionales y 12 internacionales).
Ha asistido a 22 festivales alrededor del mundo y ha dado más de 40 conciertos y recitales, además de haber tenido el privilegio de tocar con más de 8 orquestas, y en destacados lugares como: Palacio de Bellas Artes, Palacio Nacional, Teatro Morelos, Teatro Calderón, Teatro Juárez, Carnegie Hall de Nueva York y recientemente en el Mozarteum en Salzburgo Austria.
Es por esto que como experta en la industria de la música clásica, María Hanneman, la pianista mexicana que está poniendo el nombre de México en alto, comparte los siguientes 5 datos curiosos sobre la industria de la música clásica:
1. Vestuario: Ser solista en música clásica es una de las pocas profesiones en las que se va a trabajar con un traje de gala. Como mujer, asegura María Hanneman, se debe usar un vestuario cómodo, lucidor, puede ser un vestido largo o corto, pero debe ser muy distinguido para poder romper con la orquesta o bien, si es un recital, lucir elegante y a la altura del evento.
2. Instrumento: Hay muy pocos instrumentos con los que el músico no toca con uno propio, uno de ellos es el piano. Muy pocos pianistas pueden llevar su propio piano al lugar a donde vayan a presentarse. Por lo que hay que probar los pianos que estén disponibles, ya que no siempre están afinados y no suenan igual.
3. Las manos: Las manos son muy importantes, son un reflejo de higiene y aliño personal en las personas, por lo que no se debe descuidar en ningún momento la apariencia de las uñas. En esta profesión no es bien visto el dejárselas largas o pintadas con colores o diseños llamativos, ya que pueden ser distractores para el pianista al momento de tocar.
4. Ensayos: Parece muy fácil cuando un artista llega a cualquier sala a tocar, pero hay demasiados ensayos durante el día, por lo que todos deben llegar con las piezas más que dominadas, y siempre hacer caso al Director, pues muchas veces las orquestas están compuestas por 80 elementos y todo debe de ensamblarse hasta alcanzar la perfección.
5. Los aplausos entre cada movimiento: Existe mucha controversia con este tema, ya que en la actualidad se ve de mal gusto aplaudir entre movimiento y movimiento, pues anteriormente era muy común que el público aplaudiera entre cada movimiento. Con el tiempo se han vuelto mucho más serios con los protocolos, y ahora solo se debe aplaudir hasta el final de los movimientos.
“Cada profesión tiene lo suyo, pero creo que en mi caso es como una aventura. Te tienes que arreglar muy elegante, nunca sabes cómo será el piano que te tocará usar, todo es una sorpresa”, finaliza la pequeña gran artista mexicana María Hanneman.
Redacción (@RevistaExt)
Fotos: Cortesía Covalente
