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Violencia y crueldad adornadas por colores tan hipnóticos y alucinógenos, como interesantes y cautivadores; son el común denominador de esta cinta que ningún amante del terror, horror, gore, se debería perder.
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Pues además Mandy demuestra que el cine no está tan muerto como parece cuando es realizado por personas inteligentes, sensibles y capaces, es decir, artistas.
Pero ante todo es una obra de amor porque sin que sus protagonistas digan mucho, sus miradas, sus abrazos y sus silencios significan mucho más.
Película donde, el gran Nicolas Cage vuelve a demostrar porqué es una leyenda de Hollywood. Y si creían que estaba loco, es porque jamás se imaginaron que podía hacer esta impresionante cinta.
Mandy, largometraje donde la música es el único acompañante confiable en este alucinante viaje sinsentido y gore.
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Una película sorprendentemente calma pese a su intensidad visual. Es una mezcla tan extraña como cautivadora. Pues al mismo tiempo que logran momentos de reflexión y tranquilidad que no vivía desde Call Me By Your Name, se pone sádica a la menor provocación.
Sólo me queda advertir que si quieres ver y disfrutar plenamente esta locura hecha película, hay que estar muy descansado porque te podría arrullar, y con el criterio bien abierto o podrías quedar traumatizado de por vida.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Especiales