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Uno de los directores de teatro más trascendentes de los últimos años, Alejandro Ricaño, regresa a la cartelera nacional con una obra que no promete ser tan linda como El Amor de las Luciérnagas ni tan divertida como Hotel Good Luck, pero sin duda igual o más poderosa que éstas, prueba de ello es su elenco compuesto de maestros de la actuación como Lisa Owen, Álvaro Guerrero y Arturo Ríos, además de Sara Pinet y Adrián Vázquez.
En esta puesta en escena veremos a una familia luego de nueve meses de la desaparición de su hijo mayor, levantado afuera de una fiesta sin motivo aparente. Y el cómo los integrantes familiares viven esos momentos de angustia, incertidumbre y una sensación de impotencia ante la pobre capacidad en las indagatorias policiales.
Hasta que aparece Mondragón (Guerrero), un militar retirado que desde entonces se dedica a localizar desaparecidos y negociar con los raptores. Así, durante dos semanas él y los Prieto Stock (Owen, Ríos y Pinet) se dedicarán a tratar de desentrañar los motivos de la desaparición de su hijo y la identidad de sus posibles captores, al mismo tiempo que se debaten contra el encierro y sus propios demonios.
“Queremos hacer énfasis en que no es una obra panfletaria, que busque concientizar a la sociedad. A partir de acercarme a periodistas, investigadores y padres y madres de familia, es que escribí La Guerra en la Niebla. Porque no quería hacer una obra esquemática, sino mostrar las dos partes de manera neutral. Saber que es un problema muy complejo, con muchas aristas”, puntualiza Ricaño en rueda de prensa.
Las desapariciones forzadas en nuestro país, va más allá que un ‘tema de moda’, es toda una problemática social, política y de seguridad nacional que dimensiones estratosféricas y de una complejidad monstruosa, por lo cual necesita ser visto desde todos los enfoques posibles y este director mexicano promete hacerlo de esta manera a partir de este viernes 4 de noviembre y hasta el 1 de enero en el Foro Lucerna.
Por su parte, el elenco de LGEN definió uno a uno a sus personajes:
Sara Pinet: Son la hija que queda. Por la que nadie pregunta. Es decir, su hermano desapareció de forma física pero ella lo hizo de forma tácita.
Lisa Owen: A mí me toca interpretar a la madre de este hijo desparecido. Mi personaje es de una madre que se derrumbó y que no puede continuar.
Álvaro Guerrero: A mi me toca interpretar al Teniente Mondragón que es el encargado de negociar la liberación de personas secuestradas. Por lo tanto se convierte en testigo principal.
Arturo Ríos: Yo interpretó a Pablo, el padre de familia. Su rol es como de contenedor, el que procura mantener la coherencia dentro de la familia.
Todos estos personajes, forman los pequeños dramas que también se desarrollarán dentro de la historia principal. Todo lo cual, prometen que se lleva a cabo con un humor que más que negro es más bien ácido. De esta forma, “la tensión dramática se concentra en los mecanismos que usa el thriller; anunciar que viene algo muy importante con la información que poco a poco se va dando.
“Muchas veces creemos que es tan importante lo que queremos decir, que no nos preocupamos por cómo decirlo”, puntualiza su director y escritor. Y ese es un error muy grave si lo que se quiere es exponer un temas tan contundentes y delicados como los que aquí se abordarán.
Por su parte, Álvaro Guerrero subraya que; “Hace algunos años Vargas Llosa nos dijo que en México vivíamos una dictadura perfecta, que además lucha contra el narcotráfico. Me parece que estamos viviendo las dos cosas al mismo tiempo; por un lado el narcotráfico con las desapariciones forzadas, y una dictadura velada que sólo los mexicanos no le llamamos dictadura, cuando cualquier extranjero puede ver qué así es”.
La Guerra en la Niebla estará solamente durante nueve semanas en el Foro Lucerna del Teatro Milán (Lucerna 64, Colonia Juárez) los viernes a las 20:30 horas, sábados 18:00 y 20:30 horas, y los domingos a las 18:00 horas. No hay planes para que haya más funciones y el 11 de noviembre se presentarán en la Feria del Libro de Torreón.
Por: Ángel Caballero
Fotos: Marko Sauce
