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Bob Dylan tiene una voz espantosa. Janis Joplin, también. Y no por ello dejan de ser artistas. Al contrario, demuestran su calidad interpretativa al transmitir tristezas, rencores, alegrías, sueños, esperanzas. Él, con el tiempo, mejoró notablemente la tesitura de sus notas vocales. Ella, no tuvo tiempo. Y aún así es legendaria.
Esto y más es lo que podemos ver en este documental dirigido por la nominada al Oscar, Amy Berg, quien hace un década nos dio un polémico y revelador documental que expuso el encubrimiento que la Iglesia Católica realizó para con el sacerdote pedófilo Oliver O’Grady: Deliver Us From Evil (2006).
Esta vez con Janis: Little Girl Blue, Berg nos adentra en la historia de esta legendaria intérprete. Quien comenzó en el blues y sus diferentes ramas (blues rock, jazz blues, contry blues, soul blues, etcétera), para llegar a ser considerada una gran rockera. Hasta transformarse en una cantante que va más allá de los géneros musicales.
Blue no solamente significa azul en la lengua de Shakespeare. El diccionario de Cambridge también lo define como un adjetivo relacionado a la carne mal cocinada, a la tristeza y a comportamientos sexuales en público que ofenden a muchas personas. Estos dos últimos, son los que mejor describen la corta pero ejemplar vida de Janis Joplin. Pues si bien fue melancólica, esto se debió a que sí consideraba importantes a los demás, tal vez demasiado y por eso no supo estar sola ni excluirse de los problemas de terceros.
En resumidas cuentas Janis: Little Girl Blue (Janis: Chica Azul) es un documental sencillo, bello y triste. Es su historia reconstruida por medio de entrevistas con familiares, amigos y músicos de aquella época, videos de conciertos, fotografías, cartas y audios (narrados por Cat Power) nunca antes revelados.
“Empecé a cantar cuando tenía al rededor de 17 años. Y que pudiera cantar… era una sorpresa. Con esta voz”, afirma esta chica triste que con sus desgarradores cantos que llegaban a ser lamentos, brindó, brinda y brindará cualquier cantidad de emociones.
Sin embargo, el precio que hay que pagar por hacer el tipo de arte que Janis hizo es doloroso y complicado. Aspecto que el documental retrata de manera sobresaliente, puesto que siempre podemos ver el contraste entre la desbordante felicidad y pasión de Joplin en escena, y el profundo dolor y tristeza que le traen sus recuerdos en soledad.
Honestidad emocional que representó en su letras. Misma que de hecho en un momento dado empezó a perder cuando hizo lo que los demás querían, no lo que ella sentía. Además creía que iba a vivir mucho tiempo, pues aseguraba que sus ancestros eran muy fuertes.
Antes de entrar al famoso ‘club de los 27′, Janis Joplin dejó una de sus más grandes lecciones, con la cual no muchos podrían comulgar, lógico, porque es muy razonable: “Eres lo que te conformas en ser”.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesía
