Este fin de semana fue entregada a la ciudadanía la remodelación de la Plaza de la Constitución, la cual integra 4 mil 500 metros cúbicos de bloques de concreto, 750 metros lineales de drenaje pluvial, 56 puntos de anclaje, y siete nuevos accesos.
María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura, señaló: “El Zócalo es basamento de la historia de la Ciudad de México, nuestra plaza mayor donde ondea nuestra bandera nacional, emblema de la patria en el que se conjuga la historia. Esta plaza es una rosa de los vientos que mira hacia la gran extensión de la ciudad y que señala los rumbos del universo mexicano, las cuatro esquinas del mundo cósmico, del pasado prehispánico y de la actualidad de nuestra gran ciudad”.
En la ceremonia, donde también estuvo presente el arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma, la secretaria de Cultura reconoció la estrecha colaboración de los profesionales del Instituto Nacional de Antropología e Historia con el gobierno de la ciudad de México.
“En representación del presidente Enrique Peña Nieto, expreso esta mañana la alegría de compartir con todos nuestro Zócalo con su restablecida imagen honrando su herencia y su mirada hacia el futuro. Mantener nuestro patrimonio es honrar nuestra memoria, honrar el legado de generaciones que nos antecedieron, y que siempre el zócalo, la plaza mayor que cabe en el corazón de todos los mexicanos”.
El jefe de gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera, afirmó que la Plaza de la Constitución es testigo de las primeras construcciones de nuestra urbe y albergando alguna vez kioscos, fuentes, tranvías, hasta que fue convertida en una explanada. El espacio cuenta con siete rampas para personas con discapacidad y fueron intervenidas las entradas al Sistema de Transporte Colectivo Metro.
La secretaria de Cultura y el jefe de gobierno de la ciudad de México realizaron el corte del listón inaugural, así como la develación de la placa conmemorativa alusiva a esta remodelación.
Eduardo Matos Moctezuma, afirmó que el Zócalo, rodeado de soberbios edificios del pasado y del presente, es parte de una identidad que se remonta al año 1325, cuando con un eclipse de sol que duró cuatro minutos, los antiguos habitantes de la ciudad decidieron fundar la gran Tenochtitlán.
Recordó que en su libro Visión de Anáhuac, Alfonso Reyes nos describe parte de ese pasado, junto con los legados de otros cronistas como Francisco Cervantes de Salazar, quien en 1525 nos describe cómo este Zócalo estaba colmado de vida y actividad.
“Plaza Mayor, Plaza de Armas, Plaza de la Constitución son algunos de los nombres que ha tenido este espacio. Aquí se da cada 15 de septiembre el grito que une a los mexicanos. El esplendor y simbolismo de esta plaza sigue siendo público, es el foro por excelencia de la libertad de expresión, el centro fundamental y el corazón de la patria”, concluyó Eduardo Matos Moctezuma.
Redacción (@RevistaExt)
Foto: Cortesía Secretaría de Cultura