Por Néstor Ramírez Vega
@NestorRV
Fotografía: Néstor Ramírez
La fila de espera daba vuelta al interior del Palacio de Bellas Artes desde las 18:30 horas. El motivo de la asistencia era uno: acudir al homenaje que se daría al pintor, activista y promotor cultural Francisco Toledo, quien este viernes cumplirá 75 años de vida.
Asistentes de todas las edades ocuparon los más de 200 asientos de la sala Manuel M. Ponce. La canción zapoteca de “El feo”, interpretada por María Reyna, dio inicio al homenaje al pintor oaxaqueño.
El artista no estuvo presente por no ser afecto a estos eventos; sin embargo, los escritores Francisco de la Cruz, Araceli Mancilla y Natalia Toledo y el diseñador Bernardo Recamier hablaron sobre la personalidad, trabajo y generosidad del artista visual que actualmente se opone a la construcción del Centro de Convenciones de Oaxaca por el ecocidio que causaría en el cerro del Fortín.
De la Cruz inició su participación hablando en zapoteco, pues aseguró que si era un homenaje a Toledo debía abordarse lo que él amaba. Agregó que hablar del artista es como ver las interminables figuras de un caleidoscopio.
La portada que Toledo realizó para el poemario de Francisco de la Cruz, la biblioteca del Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca (IAGO), ediciones Toledo, las revistas como Alcaraván y Guachi Reza y la defensa de los zapotecos fueron algunos de los temas que los ponentes rescataron.
El escritor Mardonio Carballo entrevistó en una ocasión a Toledo y le preguntó qué le hacía falta, a lo que él respondió que trabajar con su hija, Natalia.
La poeta rememoró el trabajo como editor e ilustrador de su padre, pero sobre todo cómo empezó su pasión lectora y la creación de revistas sobre lenguas indígenas.
“Otro hit de reciente aparición son Las fábulas de Esopo, en la cual participo yo. Son 20 fábulas que se tradujeron a cuatro variantes del zapoteco que incluye un disco con todas las fábulas en las variantes del zapoteco”, agregó Natalia Toledo.
Toledo tiene manos de pulpo, dijo su hija, “porque mientras piensa en una portada, está atendiendo una llamada, hace citas, lee los periódicos, vuela papalotes con los rostros de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, toma café, defiende el cerro del Fortín, convoca conferencias, se pelea con Gabino Cué, compra libros para las bibliotecas, dona su colección de arte bajo resguardo del INBA, (y) mece la cuna de los pintores oaxaqueños”.
Jorge Luis Borges, José Emilio Pacheco y Homero Aridjis son algunos artistas cuya obra ha estado con Toledo. Para terminar su participación, su hija recordó los versos de “Los justos” que dicen “esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo”.