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En Movimiento (En Corps), película del 26º Tour de Cine Francés, es una de las cintas más impresionantes de los últimos años porque sin gran producción, efectos visuales y puras estrellas de renombre; logra hablar y homenajear al baile.
En Corps viaja entre el arte, el amor, relaciones laborales y pasiones humanas; para entregarnos una importante odisea personal –que puede ser la de millones– haciendo énfasis en una de las bellas artes más longevas y hermosas en la historia de la humanidad: la danza.
Un arranque prácticamente sin diálogos –unos 15 minutos– estalla de repente en un heavy metal impactante. Y ésta es tan sólo la primera advertencia de que En Movimiento no es una película cualquiera.
Tras una grave lesión durante una actuación de ballet, Elise –una muy prometedora bailarina clásica de 26 años–, recibe la noticia por parte de un doctor de que no podrá volver a bailar pronto. Así comienza una viaje de autodescubrimiento para intentar encontrar una nueva dirección en la danza.
“Los nuevos caminos traen nuevos sueños”, dice uno de los personajes más longevos y sabios de En Movimiento. Largometraje francés que entre comedia y drama, se meterá a tu corazón si alguna vez haz bailado. Si alguna vez haz tenido un sueño.
“Todas las bailarinas de ballet con tutús blancos son fantasmas de mujeres rotas y traicionadas”; dicen en otra parte de En Corps, eso es la danza tradicional para su director Cédric Klapisch y, desafortunadamente, no le falta razón.
Puesto que aunque el ballet es una de las ramas más bellas y populares de la danza, es también una de las más crueles y elitistas; pues no tod@s l@s que lo practican constantemente podrán pertenecer a los grupos artísticos más famosos del mundo.
Por eso mismo En Movimiento también nos muestra que el concepto que tiene de baile es tan complejo, que se sale de lo tradicional. Y emplea a la danza contemporánea de diversas formas, hasta poniéndola a niveles tan sencillos como bailar con el viento.
De esta forma, En Movimiento nos hace comprender que el espectro que tiene del baile es tan amplío como hermoso, fascinante y obvio. Hasta pena da darse cuenta del concepto tan pequeñito en que muchos tenemos de esa palabra. Ese arte que, a veces, también se da el lujo de ser espectáculo.
Y todo esto sin mencionar que su protagonista, Marion Barbeau –quien en la “vida real” es prima ballerina del Ballet de la Ópera de París–, shockea con sus pasos y estiramientos casi sobre humanos.
Spoiler que no es spoiler, porque esto lo tienes que experimentar para entenderlo perfectamente: En Movimiento termina con un impresionante performance; donde el cine está al servicio de la danza y no al revés, transformando la sala de cine en el Palacio de Bellas Artes, y/o cualquier otro recinto similar.
“Aprovecha al máximo todas las vidas que la vida te dé” y verás que En Movimiento es mucho más que una película: En Movimiento es arte. En Movimiento es baile. En Movimiento es vida.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesía Nueva Era Films
