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El juego que todos jugamos de Alejandro Jodorowsky verá la luz de los escenarios a más de 30 años de su primer estreno. La obra llegará al Teatro López Tarso con la compañía Open Spot, compañía dirigida por Ximena Marín y Jesús González.
Enrique del Olmo, Luis Lesher, Perla Encinas, Daniela Luján, Axel Santos, María Ayuso, Sergio Suárez, Francisco Vallejo, Michelle González y Damayanti Quintanar interpretarán uno de los papeles más difíciles de su carrera, a sí mismos.
Rodrigo Mendoza dirigirá El juego que todos jugamos. EXTENSIÓN platicó con el también músico acerca de su experiencia con esta puesta en escena, su percepción sobre el trabajo de Jodorowsky y su relación con el elenco.
¿Cómo fue esta experiencia?
Iluminadora. Sorprendente y difícil al mismo tiempo, porque somos como dos voces distintas. Adaptarme un poco a su voz, y entenderlo, fue revelador al mismo tiempo que difícil pero bueno, aprendí mucho.
¿Hubo algún contacto con Jodorowsky?
No, pero tenemos muchos amigos en común. Un poco a partir de estos amigos, aparte siendo yo músico, por su hijo, y los artistas que han trabajado con él, la mayoría son como mi familia.
Les preguntaba cómo era, cómo estuvo el montaje, o sea, tratando de absorber lo más que pudiera de Jodorowsky y al mismo tiempo tratando de actualizarlo.¿Qué pasaría si él tuviera mi edad y dirigiera esta obra? ¿Qué habría hecho? Traté de poner todo eso en una licuadora para lograr lo que verán en la escena.
¿Para el trabajo de adaptación no hubo ningún acercamiento?
Yo no metí mano básicamente en la adaptación. Corregí algunas cosas pero eso los directores siempre lo hacemos, por eso de pronto nos odian los autores. Pero así a nivel adaptación la hizo Jesús González, productor de Open Spot, y él fue como muy puntual en respetar las palabras de Jodorowsky.
En la conferencia habló sobre la complejidad de entenderlo, razón por la que leyó seis libros de él, ¿cómo fue este proceso?
Había cosas que de pronto me parecían superficiales, y entonces al leer los libros decía “¡Ah!, esto es de esto. ¡Ah!, esto se trata de esto otro”. Empecé a ver de dónde se agarró Jodorowsky para decir lo que tenía que decir, y eso me ayudó también a tratar de comprenderlo y de visualizarme a un Jodorowsky, que yo le diré mi Jodorowsky porque quizá a él le parecerá horrible la obra –bromea.
¿El público que no conozca la obra de Jodorowsky, puede entender a totalidad El juego que todos jugamos?
No depende del primer montaje, nada. Hubo cosas que sí cambié, por ejemplo en esa época la homosexualidad estaba apenas floreciendo públicamente, y se callaba mucho, la homofobia, y se le juzgaba de una forma que hoy no.
Haberlo hecho de la misma manera era estúpido, y sí hubiéramos quedado como homófobos, imbéciles y demás. Ese tipo de cosas sí las cambié totalmente, dije eso ya no va. Ahorita las relaciones entre las personas son eso, lo mismo.
Es una situación de lo que yo quiero, lo que tú quieres, lo que estamos dispuestos a hacer el uno por el otro y en conjunto. Eso fue lo que yo cambié, pero nada más. No depende de la pasada puesta en escena ni de los libros, como obra funciona solita, sin ningún problema, y se te pasa de volada. Dura como dos horas y se te van como si fueran 45 minutos.
¿Cómo fue el trabajo del elenco? ¿Cómo fueron seleccionados?
Se hizo una audición y vinieron. Escogimos por diferentes razones y de pronto nos dimos cuenta que venían de diferentes lugares: de musical, de la televisión, de teatro universitario. Como director, ¿cómo le haces? Todos hablan un lenguaje distinto, todos abordan un montaje de distinta manera y todos necesitan o tienen necesidades distintas a sus compañeros.
Para mí fue tratar de crear una homología que me permitiera dirigirlos y finalmente fue una especie de dirección individual, personalizada, y de repente todos se quejaban por algo y de pronto, ¡pum! Ahí estaban todos. Creo que es uno de los grandes logros de este montaje.
¿Esta diversidad contribuyó a la solidez de la obra?
Yo creo que sí, y también en la forma en cómo se lleva, a la energía que hay en el escenario.
Esta obra es de hace 30, 40 años. ¿Cuánto han cambiado los juegos?
Fíjate que seguimos jugando igual, porque al final del día todo es poder. Si yo puedo hacer algo, porque tú lo permites, entonces lo voy hacer; y si yo permito que tú hagas lo que se te dé la gana, entonces lo voy a sufrir.
Sigue siendo eso, sigue siendo ego, sigue siendo la inseguridad que tenemos los seres humanos. Entonces yo me escudo yendo a comprar cosas, y si tengo el dinero qué padre, pero si no entonces las tarjetas de crédito empiezan a subir. Ése es un juego que presento a los demás. Presento y les digo, “Oye pues yo tengo esta vida, tengo este celular que es maravilloso porque soy importante”, cuando el teléfono lo debes, cuando debes tu casa, cuando debes muchas cosas.
Eso es un juego, estoy aparentando una circunstancia, una situación. Con la obra básicamente decimos regresa a lo verdaderamente importante. Vas a ser feliz, y vas a ser más rico, porque también jugamos con nuestra pareja.
Hoy día las relaciones emocionales son efímeras, duran muy poco, y es precisamente por eso, porque ambas partes están esperando del otro, pero ninguna de las dos partes está dispuesta a ofrecer, a dar, sin expectativas. Eso nos lleva a un juego que normalmente termina en una separación.
Lo importante será eso, que cada uno se reconozca en diferentes personajes en el escenario y vean cómo afectan la vida de sus parejas, de sus amistades, de su familia, de la gente con que nos relacionamos todos los días.
La obra llegará al Teatro López Tarso a partir del 26 de febrero y hasta el 10 de abril. Las funciones de los viernes serán a las 20:30; los sábados a las 18 y a las 20:30, mientras los domingos a las 17 y las 19:30 horas. Los precios van desde 200 a 500 pesos.
ACTUALIZACIÓN: Domingo 2 de octubre a las 19:15 horas, jueves 6 de octubre 20:30 horas. En el Foro Lucerna del 7 al 30 de octubre los viernes a las 19:00 y 21:30 horas, sábados 18:00 y 20:30 horas y domingos 17:00 y 19:30 horas. Boletos: $500 y $350. A partir de los 14 años.
Por: Néstor Ramírez Vega (@NestorRV)
