Después de 23 años de ausencia la Fórmula Uno volvió a hacer vibrar la Ciudad de México. Y fue Nico Rosberg, quien arrancó en pole position, el enemigo a vencer de todos aquellos que querían salir victoriosos en este Gran Premio De México.
Su co-equipero, el británico Lewis Hamilton, se encontraba en segunda posición y no perdió su lugar aunque pudo terminar como primero de no haber sido porque le hizo caso a su equipo e hizo un segundo cambio de llantas que en realidad no necesitaba. Otro de los grandes favoritos, el alemán Sebatian Vettel, les intentó pisar los talones, pero desde el principio tuvo varios problemas y tuvo una carrera para el olvido.
Felipe Massa, el brasileño predilecto de muchos, aceleró su máquina en el séptimo peldaño y termino como sexto, sumando ocho puntos.
El local que llevaba el corazón de millones de mexicanos latiendo junto a él, Sergio Pérez, comenzó desde la complicada novena posición. Y, aunque la posibilidad era muy lejana, hizo todo lo posible por subir al podio del Autódromo Hermanos Rodríguez. Al final logró sumar cuatro puntos al terminar en la octava posición, luego de una gran competencia personal durante casi toda la carrera contra el español Carlos Sainz Jr., quien terminó hasta la decimosegunda posición.
Los penalizados Kimi Raïkönnen (clasificó en decimoquinto lugar pero salió antepenúltimo por sanción) y Fernando Alonso (calificó como decimosexto pero por haber cambiado elementos de su unidad motriz y caja de cambios comenzó como penúltimo); buscaron a toda costa hacerle la vida difícil a los primeros diez.
Sin embargo, Alonso tuvo que abandonar a la primera vuelta por problemas en su máquina. Por su parte, el finlandés hizo una gran carrera en la que por un momento llegó a los primeros cinco puestos, pero un conflicto junto a su compatriota Valtteri Botas, lo llevaron hasta la penúltima posición por un choque que lo hizo abandonar la competencia.
Texto: Ángel Caballero
Muy bueno