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No sé porque nadie ha subrayado lo conmovedora y hermosa que es la más reciente película del maestro Pedro Almodóvar.
Sí, desde luego que el drama podría ser la categoría en la que más fácilmente se le podría incluir. Pero casi ninguna le hace justicia a su belleza narrativa.
Basta decir que todas esas escenas de Pedro-niño, logran que sea una de sus películas más accesibles.
Se ha dicho que por ser una autobiografía, Dolor y Gloria la entienden mucho mejor los conocedores de la obra de Almodóvar; nada más lejos de la realidad, pues el cine en toda su artística magnitud le habla a cualquiera.
Prueba de ello es que hasta mi familia mocha y machista se conmovió, casi hasta las lágrimas, con esta historia de un director de cine homosexual.
Aunque ni siquiera sabían que vive, y que tiene más de 30 películas a lo largo de casi 70 años de vida.
Dolor y Gloria es definitivamente uno de los trabajos más completos de este cineasta español. Tanto por ser uno de sus largometrajes más personales, como por los saltos de tiempo que da.
Todo lo cual logra perfectamente que nos impregnemos del sufrimiento, alegría, amor y resentimientos que habitaban, habitan y habitarán, tanto en Don Pedro Almodóvar, como en cualquiera que tenga más de 10 años de vivir en este mundo.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Especiales
