Flip Tamez recibió los primeros gritos de la noche en el Teatro Metropolitan a las 20:41 horas, con un setlist de piezas como “Más de lo Mismo”, “Tengo Todo”, “Parezco Tu”, “Más Rápido”, “Un Sólo Camino”, “Cruzando” y “Corriendo”. Las cuales dieron paso a los estelares de la noche: División Minúscula.
Delante de una enorme manta, que simula ser una pared de ladrillos con la leyenda División, el quinteto tamaulipeco conformado por los hermanos Blake, Alejandro Luque, Efren Barón, Ricardo Pérez, Rodrigo Monfort; saben que “Veneno es Antídoto” y sus miles de seguidores reunidos esta noche están más que listos para envenenarse toda la noche.
Si bien el Metropolitan no “Revienta”, sí lo hace su potente sonido que vuelve loc@s a sus fanátic@s que desde los primeros acordes de la velada se paran de sus asientos.
La “S.E.D.” por esta banda hoy deberá ser saciada, pues la Ciudad de México cuenta con el privilegio de tener a estos músicos que lamentablemente desde hace más de un lustro no tocan en su lugar de nacimiento por los problemas de violencia que azotan a Matamoros, Tamaulipas.Este viernes cuatro de septiembre, súbitamente se vuelve
Apenas hay “Control” en estos casi tres mil seguidores, quienes cantan, levantan sus brazos y gritan hasta desgañitarse.
“La siguiente canción está dedicada para todos los amigos que ya no están aquí”, confiesa la voz principal de esta agrupación de rock alternativo, Javier Blake, antes de interpretar la nostálgica “Señales”.
Sentarse aquí parece un “Crimen”, por eso prácticamente nadie lo hace.
Al parecer ninguno de los presentes quiere ser presa, ellos prefieren ser el “Cazador” furtivo en búsqueda de esta División que de Minúscula sólo tiene el nombre.
“Martes” para que más de dos mil almas sigan canta-gritando para que sus ídolos en la tarima del Teatro Metropólitan los escuchen.
Evidentemente aquí nadie está “Extrañando Casa”, es más, si es posible se quieren quedar a vivir aquí.
Un momento acústico a flor de “Piel” da inicio. De esta forma División ha dejado los guitarrazos pero no los apasionados cantos.
“Cansado”, Javier la define como una canción viejita. No por ello deja de ser melancólicamente coreada de principio a fin.
Este teatro, con un “Cursi” en cada uno de sus tres mil asientos, se vuelve una “Casa de Cristal” que por fin deja sentar a unos cuantos, mientras la mayoría sigue entonando estrofas más románticas que rockeras.
“Sognare” se transforma en una melodía casi completamente interpretada por el apasionado público que no necesita más que la música de fondo para entonarla a todo volumen.
División Minúscula está conformada por “Humanos” que están dejando todo en el escenario, tal vez por ello su gente los está viendo como dioses.
Esta velada se puede resumir como ensordecedora; pues agrupación y público están cantando “Tan Fuerte” que difícilmente mañana escucharán con claridad.
“Diamantina”, “Simple” y “Luces” siguen con la energía desbordante tanto de la banda como de la gente quienes, por supuesto, ya no están en sus asientos.
El retumbar de estas “Luces” provoca entre el público unos cuantos saltos, preludio del “Sismo” que comienza en el Metropolitan después de dos horas.
Un encore en “Altamar”, con las “Voces” de miles presentes a todo pulmón, dan testimonio de que aunque hace tiempo estos tamaulipecos no han podido volver a tocar en su lugar de origen, sí pueden desencadenar las pasiones más originales y puras posibles, que son el delirio de decenas de miles que nunca callarán.
Por: Ángel Caballero
Fotos: Cortesía Ocesa