Divino Amor: En el Brasil distópico del año 2027, una mujer profundamente religiosa aprovecha su puesto en una oficina de gobierno para cumplir su misión de salvar a parejas del divorcio.
Mientras espera una señal de que sus esfuerzos son reconocidos, su propio matrimonio enfrenta una crisis que terminará por acercarla más que nunca a Dios.
Desde hace mucho tiempo, Brasil ha sido una referencia en términos de libertad y unidad, un país donde las fiestas anuales del Carnaval celebran su diversidad y amabilidad.
Pero en los últimos años, una transformación cultural, social y política encabezada por poderosas fuerzas ultraconservadoras con considerable apoyo de los medios, se arraigó en el país.
Divino Amor ocurre en 2027, en un Brasil donde la mayoría de la población se ha vuelto evangélica pero el Estado finge seguir siendo secular.
Es una película que especula sobre el futuro próximo a través de una alegoría que parece extraordinaria, aunque el presente nos muestra señales cada vez más fuertes de su realidad.
En vez de contar la historia de un personaje luchando contra este cambio conservador (una estrategia que tal vez hubiese sido más fácil para su director) Divino Amor hace lo contrario: Cuenta la historia de una mujer movida por un fuerte deseo de implementar la agenda religiosa-conservadora radical a su modo muy personal.
“Me interesa crear personajes con valores diferentes a los míos, pues creo que en las diferencias que nos separan también se pueden encontrar grietas y brechas que permitan conectarnos. Quería hacer una película humana como forma de acercarme a un personaje que yo rechazaría a priori.
“Si el odio y los desacuerdos crearon un abismo social, el cine es un lugar donde podemos fantasear con encuentros inesperados”, cree firmemente su director y guionista Gabriel Mascaro.Divino Amor se estrena en cines comerciales de nuestro país este jueves 17 de diciembre.
Redacción (@RevistaExt)
Fotos: Cortesía Calouma Films