Hemos visto que las redes sociales se han convertido en la principal herramienta para enterarse de los hechos que acontecen dentro y fuera de México, con ello, diversos medios de comunicación (prensa, radio y televisión) presentan sus contenidos de acuerdo a una estricta agenda informativa. Es decir, ellos deciden qué sí y qué no difundir, todo depende de la importancia que cada medio le dé.
Sin embargo, así como se tienen medios que tienen definida una línea política editorial (de derecha, de izquierda o centristas), también existen “medios de comunicación”, principalmente digitales, que se dedican a desinformar presentando datos falsos, puesto que, sin comprobarlos previamente con otras fuentes, brinda información inexacta, sin entrevistas o algún experto que avale la información que están difundiendo.
Y, ¿qué sucede cuando ésta información se encuentra en línea y es leída por una cierta cantidad de personas? Sucede que esa información se replica de tal manera que sin darnos cuenta ya llegó a nuestros aparatos móviles o al de algún amigo o familiar, quien a su vez reproduce esa “información” hasta crear el famoso pánico colectivo.
Todo esto, desencadena una crisis informativa donde las personas, hoy gracias a la tecnología, pueden difundir vídeos, imágenes y audios en los que no se aclara la fecha exacta en la que fue capturada o videograbada aquella escena.
Actualmente, en un ambiente de desconcierto, manifestaciones, cierres viales, carreteras y autopistas, así como casetas de cobro en las principales entradas a la Ciudad de México como consecuencia del descontento social por el alza en los precios de la gasolina el pasado 1 de enero, aún cuando el presidente mexicano Enrique Peña Nieto afirmó hace un año que no habría incrementos en los precios.
Hoy, “grupos de choque” como se ha dicho en algunos medios, se han dedicado a vandalizar supermercados y plazas comerciales de la Ciudad de México, el Estado de México, Hidalgo y más, como parte de las “protestas” ante el ya mencionado gasolinazo.
Es importante destacar que, un manifestante pacifico no se dedica a vandalizar ni saquear tiendas como parte de su inconformidad ante el gobierno, sino que es aquí cuando entran los “grupos de choque” que se dedican a crear esta desestabilización social, aunado a la deplorable información que se comparte segundo a segundo en las redes sociales por “medios de comunicación” sin ética ni profesionalismo.
Así es como, de un rumor vertido por la información falsa o no verificada, surge el pánico o psicosis colectiva entre la sociedad.
Por lo tanto, en EXTENSIÓN les recomendamos que antes de compartir información, verifiquen y se cercioren de que lo que está leyendo es verídico, tomando muy en cuenta la opinión de un especialista o fuente confiable de lo que se esté leyendo.
Porque, a final de cuentas, todos deberíamos hacernos completamente responsables de lo que compartimos y difundimos en nuestras redes; de lo contrario, nos convertiríamos en todo aquello que criticamos.
Por: Verónica Santamaría y Ángel Caballero
Foto de Portada: Still de la cinta World War Z
Fotos: Especiales