
El nuevo montaje de Adrián Vázquez ha cautivado al público y a la prensa. Se presenta por primera vez en la Ciudad de México esta conmovedora historia, hasta el 19 de abril en Teatro La Capilla.
El nuevo montaje de Adrián Vázquez ha cautivado al público y a la prensa. Se presenta por primera vez en la Ciudad de México esta conmovedora historia, hasta el 19 de abril en Teatro La Capilla.
Probablemente una de las comedias más complejas del Bardo de Avon. Algunos académicos la consideran como su despedida del género, puesto que después de ésta se adentró en lo más oscuro de la condición humana a través de sus tragedias.
Memorable puesta en escena que, homenajeando a uno de los más grandes escritores de todos los tiempos, te hará reír a carcajadas puesto que sin ser obvia o boba, trata temas actuales y trascendentales.
El ganador será acreedor a un diploma de reconocimiento, la publicación de la obra teatral, el montaje del texto con una temporada en el Foro A Poco No en 2018 y un estímulo económico. La convocatoria cierra el 16 de junio.
Esta obra dramatúrgica propone un encuentro inteligente entre la ciencia y la fe, conceptos aparentemente distantes. Se presenta los viernes a las 20:30 horas, todo febrero y hasta el 10 de marzo en Foro Shakespeare, Espacio Urgente 2.
Triste, pero sobre todo conmovedora y dulce, es está extraordinaria puesta en escena idónea para un público joven, amantes de los animales y familias enteras.
Se presentará los domingos a las 13:00 horas del 22 de enero al 16 de abril en el Teatro Helénico. Y del 23 de abril al 25 de junio los domingos a las 11:30 y 13:00 horas, en el Teatro Royal Pedregal.
El fin del mundo, un tema abordado innumerables veces en el cine, se aborda esta vez desde el Teatro Sensorial Sinestésico en una exploración al sentido de existencia de la civilización contemporánea humana.
Resaltala importancia de creer en uno mismo y buscar el crecimiento y la conquista de nuestro propio mundo. Se presenta del 14 de enero al 12 de febrero en Casa del Teatro.
Recintos culturales que sigue fungiendo como «un semillero de personas dedicadas al teatro, tanto mexicanos como extranjeros, que han visto en él un trampolín», dijo el director Boris Schoemann.