0
0
Por Néstor Ramírez Vega
@NestorRV
El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes presentó la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015, donde sorpresivamente las estadísticas arrojan que el 57.3% de los encuestados leen libros en la actualidad.
Para esta investigación el Conaculta trabajó con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con Funlectura y el Centro de Investigaciones Económicas, Administrativas y Sociales (Ciecas).
Con un 52.9% del total, ver televisión se posicionó como la actividad que el mexicano acostumbra hacer en su tiempo libre, seguido de practicar algún deporte, reunirse con familiares y amigos y escuchar música. Leer libros es el quinto pasatiempo preferido por los mexicanos (21.1/100).
Un punto en que coincidieron la Encuesta Nacional de Lectura 2012 y la de 2015 es que exhiben el fomento de la cultura en las familias. Los padres de familia jóvenes están preocupados porque sus hijos lean material no escolar, por lo que en cada casa hay un promedio de 40.1 libros.
En esta edición destacó que fueron tomados en cuenta los libros digitales, los cuales recibieron un 3.3%, frente al 86.6% de los impresos. No obstante, el 10.1% aseguro que frecuenta ambos formatos.
Cada encuestado contestó que sus bibliotecas personales están compuestos por impresos de diferentes temáticas. Entre ellos destacan los libros de texto (45.3), religión (41.4), cuentos (36.6), enciclopedias (33.6) e historia (29.7).
Sin embargo, los tipos de libros preferidos son novelas, religión, cuento, historia, poesía, recetarios y juvenil. En última posición quedaron los de ciencias sociales, idiomas, cine y teatro.
Aunque cerca de 6 de cada 10 mexicanos lee en la actualidad, de los que no realizan esta actividad el 81.9% asegura haber leído en algún momento de su vida. La carencia de una biblioteca, la falta de tiempo y dinero son las limitantes principales por las que los ciudadanos no leen.
En México se leen en promedio 3.5 libros al año por gusto. Alrededor de un 30% de la población lee 4 libros o más al año, mientras que un porcentaje similar no leyó un solo libro.
