Por Jocelyn Medina
@JosMedinam
La Secretaría de Gobernación (Segob) emitió la Alerta de Violencia de Género en dos estados de la República Mexicana. Esto sucedió debido a que organizaciones hicieron eco a nivel nacional e internacional declarando que en ciertos municipios la vida de la mujer peligra y se atenta contra sus derechos humanos.
Sin embargo, hay inconsistencias en la ejecución de esta medida, pues no hay un plan de acción conciso al respecto.
El Estado de México fue donde primeramente se declaró la alerta, con un retraso de varios meses, por no decir años. Desde el 31 de julio los once municipios que se consideran altamente peligrosos, Ecatepec de Morelos, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla de Baz, Toluca, Chimalhuacán, Naucalpan de Juárez, Tultitlán, Ixtapaluca, Valle de Chalco Solidaridad, Cuautitlán Izcalli y Chalco, no sean los únicos que a largo plazo necesiten la declaración de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM).
Según datos del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidios, existen al menos mil 258 niñas y mujeres reportadas como desaparecidas en el Estado de México de 2011 a 2012; el 53 por ciento de ellas tenía entre 10 y 17 años. En la entidad se han registrado 922 homicidios entre 2005 y 2011. El municipio de Ecatepec ocupa el quinto lugar de feminicidios a nivel nacional, seguido por Chimalhuacán, Cuautitlán y Nezahualcóyotl.
En el caso de Morelos, hay ocho municipios que se encuentran ante la misma línea de peligrosidad, por lo que a partir del 10 de agosto en Cuautla, Cuernavaca, Emiliano Zapata, Jiutepec, Puente de Ixtla, Temixco, Xochitepec y Yautepec, se emprendieron medidas de seguridad, prevención, justicia, reparación, así como visibilizar la violencia de género y mensaje de cero tolerancia.
Acciones de vigilancia, gestión de búsqueda y localización de niñas y mujeres desaparecidas, la elaboración de protocolos de actuación y reacción policial; diferenciaron la estrategia del estado mexiquense con la de la segunda entidad en emitir la alerta.
Al utilizar “Feminicidio” como concepto debemos ser extremadamente cuidadosos, por dos sencillas razones, la primera, porque es difícil saber de inmediato las causas de muerte de una víctima, la segunda por la ineficiente aplicación de los protocolos, donde las autoridades pueden contextualizar desde diferentes enfoques la situación del presunto asesinato hacia una mujer.
Este es el caso de dos mujeres, que a unos días de haber emitido la alerta en Morelos, no se respetaron los protocolos para erradicar la violencia contra la mujer, ya que el titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) revictimizó al decir que habían tenido relaciones sexuales. Por lo que de acuerdo a la información publicada por La Jornada el 21 de agosto, la Comisión Independiente de Derechos Humanos del Estado de Morelos (CIDHM), denunció que el gobierno del estado y los municipios no han presentado el plan de acción para atender esta problemática.
Para el Estado de México el caso es prácticamente el mismo, pues el gobierno estatal aún está en pláticas por presentar su plan de acción, en entrevista con Enfoque Radio, Dilcya García Espinosa de los Monteros, subprocuradora de Atención al Delito en el Estado de México, resaltó:
“Entre estas propuestas se plantea una cartilla que contenga fotos recientes y una muestra de ADN de cada miembro de la familia, incluso con la raíz de un cabello de la víctima; cursos para las policías municipales para que conozcan las medidas de protección, capacitación de género en los ministerios públicos y en las policías”.
La funcionaria aseguró se requiere crear una cultura sobre el respeto, los derechos entre hombres y mujeres, además de romper los paradigmas y establecer mantras sociales de que la violencia lastima a todos y todas.
A pesar de que en ninguno de estos dos estados hay cifras confiables sobre el número de feminicidios, las protestas de familiares y la indignación social es algo que los organismos internacionales no han dejado del lado, pues después de varios años de exigencia a los diferentes niveles de gobierno, éstos por fin aceptaron el estado de emergencia en que se encuentran.