A las 00:22 horas de este domingo 24 de julio; Oliver Riedel (bajo), Christian Lorenz (teclados), Richard Z. Kruspe (guitarra), Christoph Scheider (batería), Paul Landers (guitarra) y Till Lindemann (voz) dan inicio a una espera de cinco años por una de las bandas más trascendentes del ‘Viejo Continente’ y ¿del mundo?
Eso lo juzgarán las cerca de 80 mil almas reunidas en esta velada de la quinta edición del Corona Hell & Heaven Metal Fest.
A ritmo de la espectacular “Ramm 4”, una especie de recorrido o popurrí por todas sus canciones, y “Reise, Reise” (Viaja, Viaja), Lindemann empieza su show histriónico danzando como si fuera un experto bailarín de tap, y ataviado de blanco, desde el cabello hasta los pies, como hacía durante los primeros años de vida de estos teutones.
Till tiene puesta una especie de traje de panadero para las no muy populares “Hallelujah” y “Zerstören” (Destruye).
Pero lo extraordinario comienza de verdad cuando estos alemanes hacen sonar “Keine Lust” (Sin Ganas), una enorme pieza musical y lírica ideal para adolescentes comunes y ‘forever youngs’ a los que las responsabilidades los aterran, cuando en realidad están muertos; “Quiero quedarme aquí tumbado / y quedarme mirando a las musarañas / Me cojo a mi mismo sin ganas / y de repente me doy cuenta de que llevo mucho tiempo frío / tan frío, estoy tan frío / tan frío / tengo tanto frío…”, reza una de sus estrofas.
Después “Feuer Frei!” (Fuego Gratuito) hacen que su violencia y potencia espiritual se reflejen en Riedel y Landers, quienes en el clímax de la canción sacan llamaradas de fuego de la punta de sus instrumentos musicales volviendo histéricos a los presentes.
Un poco de sadomasoquismo y de amor no correspondido dan vida a “Ich Tu Dir Weh” (Te Hago Daño), a la mitad de la melodía Lindemann va hasta el lugar de su tecladista, el muy delgado Christian Lorenz, lo lleva a una bañera en el centro del Hell Stage, lo mete ahí, se sube a una escalera y desde lo alto le avienta chispas provocando una extraña reacción haciendo que Lorenz “explote”, asombrando de los fanáticos.
“Du Reichst So Gut” (Hueles Tan Bien) más que un canto romántico es un deseo reprimido, todo lo cual se refleja en los rasgueos rápidos pero contenidos de Kruspe y, claro está, en la melancólica y grave voz de Till.
Abordando temas políticos o hasta sentimentales, “Links 2 3 4” (Izquierda 2 3 4), presenta versos como “¿Pueden los corazones cantar? / ¿Pueden los corazones estallar?”, donde la euforia de los espectadores es notable cuando les toca gritar conforme lo sugiere la canción, acompañados de las perfectas rasgaduras, acompañada de fuegos artificiales otra vez desde sus instrumentos, de Kruse y Landers.
Inmediatamente después viene “Ich Will” (Quiero), uno de su éxitos más longevos y memorables gracias a las notas agudas pero especiales de Lorenz, la cual bien podría ser expresada por un imbécil del tamaño de Adolf Hitler: “Quiero sus voces escuchar / Quiero perturbar la paz / Quiero que me vean bien / Quiero que me entiendan”.
Y si la melodía anterior es idolatrada, “Du Hast” (Me Tienes) provoca gritos ensordecedores de todos y todas las headbangers que aún después de la una de la mañana sigue aquí como si el festival acabara de comenzar. Y este es un clásico mundial gracias principalmente al vigor musical pero también porque es un canto que incita a rebelarse: “¿Quieres vivir esperanzado hasta la eternidad? / ¿Hasta que la muerte te lleve?”, pregunta indirectamente Rammstein a su gente.
Quienes después de “Stripped” (Desnuda) salen del escenario… para regresar después de unos breves minutos con la aflicción de “Sonne” (Sol), con la que estos teutones advierten que ahí viene el ‘astro rey’, justo en el momento en el que la oscuridad de la madrugada sólo los podría tener a ellos como una estrella extraordinaria el firmamento del Hell & Heaven 2016.
Quienes aunque aun no terminan su presentación, demuestran no sólo el ser una de la bandas más importantes del metal, sino de la industria musical mundial. Lo que inmediatamente después reafirman con “Amerika” (América), una crítica mordaz y satírica del poder colonizador de nuestros vecinos del Norte, quienes casi siempre se muestran como salvadores del mundo y otras tantas como víctimas. Canción que alargan lo más que pueden mientras papeles de colores lanzados al aire dan otro sentido de fiesta a esta asombrosa velada.
Poder sónico que contrastan en “Engel” (Ángel), melodía con la que al igual que dejan escuchar la dulce y melodiosa voz (grabada) de la hermana de Till, explota de manera portentosa cuando Lindemann, quien ‘flota’ sobre el Hell Stage, muestra su descontento contra dios por ser un ángel, lo que se refleja en las llamas que explotan rítmicamente a los lados de sus alas.
Después de otra falsa salida, Rammstein complace a los cerca de 100 mil metaleros del Autódromo Hermanos Rodríguez, con su única pieza completamente en español “Te Quiero Puta!”.
Así, los teutones se despiden de México y fuegos artificiales en el cielo dan por clausurad0 este maratónico día de trash, death, black, speed, stoner, viking, folk, brutal y demás especies de metal que por quinta ocasión dio incontables alegrías a sus headbangers participantes quienes a su vez mantienen vivo el Corona Hell & Heaven Metal Fest.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Marko Sauce