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Más de dos horas de presentación, 23 rolas, gritos, lágrimas y risas; fueron los condimentos perfectos para una memorable noche de locura con los seguidores de una de las bandas más admiradas e idolatradas del rock hecho en México. He aquí nuestro testimonio cronicado de esa velada:
Las miles de almas reunidas aquí será mejor que tomen su “Equipaje de Mano” porque un fabuloso viaje rockero está a punto de despegar. Gritos ensordecedores acompañan a Erik Neville, Edgar ‘PJ’ Hansen y Francisco ‘Paco’ Familiar, éste último cantando con un megáfono que sólo suelta para darle la bienvenida a sus fans.
Y es “Soy” la provocadora de los primeros saltos eufóricos, sobre todo, al centro de la pista de la Carpa Astros.
Tod@s canta-gritan y saltan hasta sentir que ‘vuelan libres’ con “Dixie” y el par de baterías en el escenario, hacen lucir a DLD al máximo.
Después de un “Olééé, olé, olé, olééé, Dildoooo, Dildoooo” del público, “A/C” de un momento de relativa tranquilidad a un recinto que prácticamente ya está al tope de su capacidad.
“Un Vicio Caro Es El Amor” deja sonar las primeras gargantas desgarradas de la velada, lo que provoca a Paco decir que como diría su buen amigo y colega Caloncho ‘¡Qué derroche de felicidad!’.
Si existe el término rock-balada “A Distancia” es un ejemplo perfecto de ello. La cual sirve para que esta carpa circense se llene de ‘mal de amores’.
Otro momento calmo llega cuando “Sea” invita a la introspección personal, sincera y hasta inteligente.
Algo semejante ocurre en “Se Va”, pero Familiar deja que su gente resplandezca bajando el volumen de la banda y dejándolos corear gran parte de la melodía.
“Canción de Cuna” tiene un inolvidable protagonismo de piano que, pese a ello, no desentona con la energía del lugar y hasta los pocos menores de edad que vienen con su padres se balancean alegres.
Con “Némesis” suben un poco los decibeles e inclusive se puede ver a una madre y su hijo cantando hasta desgañitarse en los momentos más apasionados.
Baterista, guitarrista y cantante; los tres al mismo tiempo son los movimientos que asemeja otro niño que no cabe en su felicidad al escuchar sonar “Sigo Siendo Yo”.
El “Reencuentro” de los canto-gritos casi unánimes, se vuelven a dejar escuchar en dicha suave composición pop-rock.
Unos cuanto saltos eufóricos se dejan ver en “Control”, donde el baterista central se luce al máximo cuando, al mismo tiempo que no pierde el ritmo, deja volar por unos momentos una de sus baquetas para retomarla en el aire y continuar con su excelente desempeño.
Las primeras notas de guitarra de Neville son suficientes para que sus fanátic@s reconozcan “Devuélveme” y los cantos de desamor se escuchen durante cuatro grandiosos minutos.
“Pensamos que este día sería como cíclico porque no habíamos tocado en la CDMX desde nuestra presentación en el Palacio de los Deportes. Y queríamos darles esta canción a ver si les gusta”, declara Paco Familiar antes de hace sonar “Nuestros Tiempos”.
La primera parte de la velada está a punto de acabar, por eso viene el turno de la poderosa “Viernes”, en la que Erik no es tan fino como en su versión LP y donde hasta Familiar se confunde en una estrofa, pero sus fanáticos le corrigen la plana sutil y elegantemente.
La mayor cantidad de celulares arriba se dejan ver con la fuerza de “Arsénico”, donde hasta la pista de la Astros retumba por lo saltos de la gente y el poder rockero de la canción.
Tras casi cinco minutos fuera de la tarima en los que ni un alma se movió de sus lugares, los otrora Dildo vuelven al escenario para dar un toque intimista con “El Mapa De Tus Ojos”.
#TodoPorElPutoEgo nuestra relaciones amorosas fallan con enorme facilidad y estúpida frecuencia, y “Las Cruzadas” dan testimonio perfecto de ello.
El momento de rendir homenaje a uno de los máximos intérpretes de nuestro país llego con “Mi Vida”, dándole un poderoso y ejemplar toque rock a José José.
Siguiendo con la locura de “Todo Cuenta” y los múltiples brincos a lo largo y ancho de la Carpa que, por supuesto, continúan y hasta incrementan con “Estaré”.
Esta inolvidable noche no podía tener mejor cerrojazo final que con “Por Siempre”, dando paso a los últimos brincos, gritos y aplausos para una agrupación mexiquense que desde hace 18 años han hecho soñar, cantar y bailar a centenas de miles.
Por: Ángel Caballero
Fotos: Marko Sauce
