En las últimas semanas ha imperado una ola de indignación respecto al contenido del video de la canción Fuiste mía de Gerardo Ortiz, cantante de música regional mexicana, quien ha causado controversia al escenificar en su filme musical, acciones calificadas como extremadamente violentas en contra de una mujer, el cual ya ha sido retirado del canal oficial de Vevo en You Tube.
La denuncia que realizó una ONG en pro de los derechos humanos de la mujer, que a tras la difusión en redes sociales volcó en una serie de reacciones y el posicionamiento de diversos organismos encargados de la problemática, como el Instituto Nacional de las Mujeres (INMUJERES) o el Instituto de la Mujer de la Ciudad de México, de carácter federal la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (CONAVIM) de la Secretaría de Gobernación; e incluso comisiones del Senado de la República tomaron rienda al respecto.
El punto a discusión es cómo o desde cuándo se genera un concepto que aunado con la misoginia, es utilizado como el referente de las temáticas de producciones musicales, entre otros contenido, que en la mayoría de los casos no ha sido restringido, criticado, censurado o analizado. O en mucho de los casos pasa desapercibido o se considera algo normal y se acepta socialmente.
Con el paso del tiempo se han reconocido o identificado este tipo de contenidos, que en un recorrer histórico es aliciente para la creación de intérpretes o cantautores, como José Alfredo Jiménez con La media vuelta, o al recientemente homenajeado en su última presentación musical en el Estadio Azteca, Vicente Fernández quien en sus canciones promueven temáticas con contenido machista –Sigo siendo el rey o Por tu maldito amor-, mismo al que la panista Margarita Zavala hiciera honores por su gran trayectoria, sí, una figura política que promueve los derechos de la mujer lo aduló con orgullo en su columna en el diario El Universal.
Otro de música en español es caso es el de Ricardo Arjona, que en sus múltiples letras hace alusión al machismo, “me gusta verte remendar mi pantalón”, caso analizado por la plataforma Antipatriarcado, donde se resalta al cantautor como un ignorante sobre el concepto del feminismo, nótese en una de sus letras “No sé quién las inventó…, tuvo que ser Dios que vio al hombre tan solo…, Dicen que fue una costilla…, Nosotros con el Machismo, ustedes con el Feminismo…, y al final la historia termina en par.
El último caso que causó controversia es el del cantante regional mexicano, Julión Álvarez, quien con una gran aceptación del público femenino, hizo declaraciones que por el contenido machista decepcionaron a más de una, declaró “Si a una mujer no le gusta trapear, no sirve”, situación que despertó la rabia de más de un organismo y de la población en general, remarcado en el ataque que tuvo vía redes sociales por parte de su propio público. Dichos por los que el cantante, no se reivindicó.
Aunado a lo anterior, y a los posibles contenidos violentos, machistas, misóginos o que en los casos que más indignación han causado por su apología al femicidio, cabe resaltar que sería inimaginable pensar en todos los posibles ganadores de la indignación por promover violencia, háblese de literatura, poesía, cine, entre otros, tal vez censurarían e William Shakespeare o al Marqués de Sade, por no mencionar a muchos otros. Tal, vez esto vaya más allá de los contenidos, tal vez sean problemas sociales que solo se están reflejando más mediáticamente o a través del arte.
Existen muchas posibilidades, pues también hay contenidos en donde el hombre es asesinado o maltratado por una mujer, dígase el último éxito de la cantante Edith Márquez, que donde en el videoclip del cover del tema ¿Quieres ser mi amante?, escenifica el asesinato de un hombre. Y bueno la incógnita surge ¿También es violencia de género? ¿Cuál es la diferencia con el video del cantante Gerardo Ortiz?, visualmente es claro que mucha.
La violencia de género –término conceptualizado en los noventas por la ONU, en últimas muchas fechas ha sido continuamente aterrizado, sobre todo en un contexto tangible donde la tasa de asesinatos en el país, principalmente el Estado de México, Morelos, Jalisco, Michoacán ha sobresalido por tener un alto índice de feminicidios. Fue este precisamente el argumento por el que el video de Gerardo Ortiz fue oficialmente retirado de la red, ya que si nos encontramos ante un marco de violencia grave, cómo es posible que ese tipo de contenidos que hacen apología al feminicidio se acepten, o por lo menos esto fue lo que planteó la mayoría de los organismos que condenaron el hecho.
En el día a día existen acciones (realizadas por hombres) que atacan la integridad de las mujeres, pero que, desde ahora son más fácilmente detectadas o exhibidos mediante las redes sociales, por lo tanto existe reacción social, eso es lo que nos han mostrado los últimos casos, ya que las denuncias se hacen vía Facebook u otras redes sociales.
Tan solo en el STC Metro también se registran cerca de medio millar de denuncias año por casos de acoso sexual u otro tipo de agresiones por la condición de ser mujer, y aproximadamente la quinta parte llega a tener una solución jurídica.
Internacionalmente se decretó el 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer, todo lo anterior con la finalidad de reivindicar el papel de la mujer socialmente. El objetivo la reivindicación de la misma.
El contexto social actual, podría explicarnos el por qué ahora existe indignación por algo que anteriormente no se valoraba, no se identificaba, ni siquiera existían organismos que establecieran conceptos como feminicidio o violencia de género. Ahora con todas estas alertas se irán destapando más casos en los que no solo la mujer, sino el hombre es violentado y no había conciencia social al respecto.
Por: Jocelyn Medina (@Jos Medinam)