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Nunca pensó que terminaría así. Mariana Lima Buendía, a quince días de celebrar su matrimonio con el policía municipal Julio César Hernández Ballinas, recibió la primer muestra de violencia de su esposo.
Durante dos años la mexiquense de Chimalhuacán vivió bajo violencia y amenazas de muerte por parte del servidor público, por lo que estaba decidida a disolver su matrimonio. Sin embargo, el 29 de junio de 2010, su madre, Irinea Buendía, comenzó la lucha para que el asesinato de su hija, catalogado como suicidio por las autoridades municipales, tuviera justicia.
El caso de Mariana Lima Buendía, estudiante de la Facultad de Derecho de la UNAM, se suma a los casos que no han sido atendidos por el gobierno estatal, pues el gobernador Eruviel Ávila Villegas, no ha dado ninguna declaración acerca de estos casos.
Los feminicidios en la República Mexicana han aumentado. El origen de estos asesinatos es ubicado en los casos ocurridos en Ciudad Juárez. En el Estado de México las cifras han llegado, de 1997 a 2015, a más de dos mil, destacando los cometidos durante la administración estatal de Enrique Peña Nieto, hoy presidente de México.
El colectivo Pan y Rosas participó en el foro Feminicidio y Activación de la Alerta de Violencia de Género, donde honraron la memoria de Lima Buendía. Su madre, Irinea, comentó que está consciente que no puede regresar a la vida a su hija, “pero sí que el asesino puede asesinar a otra mujer. Por eso es mi lucha, porque él debe estar en el lugar que él mismo se buscó”.
La madre de familia acusó que “las mujeres son aventadas a la basura porque así nos ven” e invitó a los estudiantes de derecho para que no continúen la tradición de corrupción e impunidad.
Alejandra Toriz, dirigente nacional de la agrupación de mujeres Pan y Rosas, apuntó que aunque el 8 de marzo se celebra desde hace más de 100 años para reivindicar la lucha de las mujeres, continúa la opresión y explotación contra la mujer.
“Llegamos a un 8 de marzo donde la violencia contra las mujeres en nuestro país sigue en aumento. A nivel internacional cada 25 segundos se violenta una mujer; en nuestro país cada 3 horas con 20 minutos asesinan a una; en la CDMX desaparecen tres mujeres al día”, señaló Alejandra Toriz.
La dirigente de la agrupación comentó que las mujeres en nuestro país son consideradas como mercancía, objetos que se pueden desechar. Agregó que el feminicidio arroja un mensaje implícito, donde las mujeres no pueden salirse del orden establecido y deben estar subordinadas.
Sepúlveda recordó que en 2007 se promulgó la Ley general para una vida libre de violencia, donde estipula la alerta de género, la cual garantizaría la vida de las mujeres, la cual fue declarada en el Estado de México hace ocho meses. No obstante ello, no ha tenido resultados.
Por su parte, la Maestra Mylai Burgos Matamoros apuntó que el derecho no camina solo, camina en la medida en que nosotros lo hacemos caminar, en que nos organizamos y formamos parte de un activismo político que lo haga quebrar estas estructuras de impunidad.
La profesora dijo que la violencia de género “tenemos que vincularla con un proceso estructural de condiciones económicas. No sólo matan a las mujeres por ser mujeres, sino también por ser pobres, por ser indígenas, por una serie de elementos que la hacen más vulnerables en esta sociedad”.
Burgos Matamoros dijo que la violencia de hoy es muy selectiva, principalmente de género y de edad, por lo que cualquier persona está expuesta a ella. “Hoy nos tenemos que unir para luchar contra el feminicidio”, comentó la Maestra, quien invitó a utilizar el derecho con responsabilidad social.
