En El extraño jinete, de Michel de Ghelderode, los actores de la compañía Insha-Inicte dieron muestra de lo que es ir más allá de una interpretación, comprometerse con un personaje, con una persona que no es uno mismo y tiene valores completamente opuestos.
La agrupación dirigida por Antonio Linares, y formada por estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores Aragón de la UNAM, participó en el XXVIII Encuentro Nacional de los Amantes del Teatro. La obra de Ghelderode pone en el escenario a unos ancianos que representan el olvido de una sociedad.
En harapos, mugrosos, teniendo como única compañía a la soledad, los ancianos están hundidos en sus vicios y un círculo que pareciera interminable, excepto por la aparición de un extraño jinete anunciado por el sonido de las campanas. Es la muerte alargada que va sobre un equino por uno de ellos, o por dos, tres, quizá por todos.
Cuando aparece a lo lejos el ente de muerte es que buscarán la redención, pero a la vez intentarán defender sus adicciones porque son lo único que les queda. Fingirán no temer a la muerte, pero se derrumbarán y mostrarán otro rostro que es el verdadero, el del temor a lo desconocido.
Sin tener una adicción o tener la vida al borde del abismo, el espectador se identifica con el pensamiento y los actos de los personajes, reflexionando, especialmente, entorno a la muerte y la vida, ambas injustas y que arrojan al olvido y la soledad.
La obra estará en el Foro Sor Juana Inés de la Cruz, del Centro Cultural Universitario, el próximo domingo 7 de febrero a las 11 horas, en la final del Festival Internacional del Teatro Universitario.
Por: Néstor Ramírez Vega
@NestorRV