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Redacción
El Gobierno del Distrito Federal conmemoró el 92° Aniversario Luctuoso de José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Francisco Villa, frente a su cripta en el Monumento a la Revolución, con una ceremonia en la que fueron recordados sus ideales de justicia y democracia.
“En este 92 aniversario luctuoso, en esta ciudad se sigue luchando por la democracia. Hoy el Gobierno del Distrito Federal busca estar a la altura de las aspiraciones democráticas, culturales y de diálogo de Villa”, aseveró Marco Antonio Rascón Córdova, Coordinador Interinstitucional de la Secretaría de Cultura.
El funcionario capitalino afirmó que fueron Villa y Emiliano Zapata quienes motivaron los cambios más importantes para los mexicanos durante la Revolución Mexicana, pues lucharon por la justicia y la democracia.
Al evento cívico asistieron familiares de Doroteo Arango y representantes del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, de los gobiernos de Durango y de Zacatecas, del Centro Social y Cultural Zacatecano, A. C., del Moto club Dorados de Villa y del Frente Popular Francisco Villa Siglo XXI; así como del director del Museo Nacional de la Revolución, Miguel Ángel Berumen Campos.
A nombre de la familia Villa, el ex diputado Pedro Ávila Nevárez recordó que un día como hoy de 1923, en Hidalgo de Parral, Chihuahua, el Centauro del Norte fue asesinado a balazos junto con su escolta personal cuando viajaba en su automóvil rumbo a una reunión.
Refirió que junto a Francisco I. Madero, Villa fue el brazo armado de la Revolución Mexicana, convirtiéndolo en uno de los movimientos más importantes en el devenir de la historia del país en el que se conjuntaron la sed de justicia, la lucha por la igualdad, la tierra y la libertad, que inició por la lucha de la destitución del gobierno de Porfirio Díaz.
Al finalizar, Marco Rascón y los integrantes del presidium colocaron una ofrenda floral y montaron guardia de honor frente a la cripta del general Francisco Villa, ubicado en el Monumento a la Revolución, para luego escuchar el toque de silencio en memoria del Centauro del Norte.
El acto culminó con la entonación del Himno Nacional Mexicano, en las voces del Coro de la Ciudad de México, bajo la dirección del maestro Aquiles Morales García.
