No es cierto que a la gente le guste escaparse de su realidad con el cine. Si fuera así dejarían de ver tantas fantasías bobaliconas e insulsas de Hollywood. Si fuera así verían TITANE.
Yo tampoco soy ningún ejemplo, evidentemente, si fuera así no me habría costado tanto trabajo ver TITANIUM.
Pero TITANE es divertida, y sorprendentemente seria. Y aún así no nos la debemos tomar tan en serio porque antes que nada no hay que olvidar que es una película. Porque TITANE nos hace recordar qué es el cine de verdad.
Que el cine es un montaje. Robado de la realidad. Que el cine no te tiene que explicar todo. Porque el arte no se explica. El arte se siente, se ve, se escucha. El arte incomoda. El arte enamora. El arte es cine. El cine es arte.
Porque por más que lo quieran prostituir la tele, Netflix y Disney+; la cinematografía seguirá sobreviviendo aunque ellos y sus consumidores no lo quieran.
TITANIUM es fantasía. Es diversión para adultos. Una fábula que parte de muchos clichés sociales y cinematográficos, que si puedes ver sin prejuicios de principio a fin, te sorprenderá en muchas de sus escenas.
TITANE es música, fiesta y sonido. Esta es una película con un soundtrack igual de variado y ecléctico que sus escenas. TITANE es fuerza y ternura. Magnanimidad y simpleza.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Especiales