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Por Redacción
@RevistaExt
La reforma política del Distrito Federal fue aprobada el pasado martes en el pleno del Senado. Luego de la aprobación constitucional, los integrantes de la Junta de coordinación Política (Jucopo), así como el presidente de la Mesa Directiva, Roberto Gil Zuarth, recibieron al Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera en el inmueble legislativo.
“No hay la menor duda que darle la autonomía política y la capacidad para definir su gobernabilidad, fue fundamental llegar a acuerdos y consensos entre todos los grupos parlamentarios”, compartió Emilio Gamboa Patrón, presidente de la Jucopo al mandatorio capitalino.
Por su parte, Mancera reivindicó en su discurso que “muchos gobiernos de la Ciudad de México, del Distrito Federal, buscaron que se pudiera cristalizar esta reforma política. Muchas intenciones se quedaron en el camino; muchas tareas se invirtieron y se trató en varias ocasiones y con varios intentos de poder llegar a lo que hoy se acaba de votar en el Senado de la República”
Entre los partidos que intervinieron a favor de la nueva reforma política destacaron el Partido de la Revolución Democrática, del Trabajo, Acción Nacional y el Revolucionario Institucional.
En este sentido, Miguel Barbosa, coordinador del Grupo Parlamentario del PRD mencionó: “nos tocó vivir esta época, tener el privilegio de vivir como senadores lo que ha sido esta reforma política del Distrito Federal y al doctor Mancera sea el Jefe de Gobierno, cuando esto ocurre”.
El coordinador del Grupo Parlamentario del PAN, Fernando Herrera, señaló que después de la aprobación se anticipan nuevos retos, como la implementación de la reforma, la configuración del constituyente y darle vida al municipalismo en el Distrito Federal.
Entre los principales enunciados que dicha reforma contiene sobresale el cambio de nombre; de Distrito Federal pasa a ser Ciudad de México, con lo que los habitantes tendrán derechos políticos similares al resto de las entidades.
En el artículo 44 se introdujo el concepto de capitalidad. Por otra parte, el Presidente de la República tendrá facultades en cuanto al mando de la fuerza pública por tener su residencia aquí, aunque el Senado ya no podrá remover al Jefe de Gobierno y éste podrá nombrar al Secretario de Seguridad Pública y al Procurador de Justicia.
También se crea la Constitución de la Ciudad de México, desaparecerá el estatuto de Gobierno y será sustituido por una Constitución. Ésta deberá dividir las demarcaciones territoriales y establecer órganos autónomos, al igual que el resto de los estados.
Un cambio importante es el de las alcaldías, ya que el gobierno de las demarcaciones quedará en manos de alcaldías, mismas que tendrán de manera autónoma su presupuesto, derecho a recibir fondos federales y ramos también de la Federación en términos de la Ley de Coordinación Fiscal.
