Cuando empecé a ver Woodstock 99: Paz Amor y Furia la añoranza llegó a mí recordando los mejores festivales de México: EDC México y Vive Latino. Pero terminé asqueado al recordar los peores conciertos a los que he tenido la suerte de asistir, como el de Slipknot en Toluca.
Woodstock 99: Peace, Love, and, Rage es un documental que retrata los 3 días de música que pretendían hacer eco de la unidad y del idealismo contracultural del concierto original de 1969; pero en vez de eso se convirtió en un lugar de revueltas, saqueos y hasta abusos sexuales.
Por supuesto que esto no fue gratuito; los ingredientes para que esta bomba molotov estallara en cualquier momento estaban ahí desde antes de que empezara el festival. Pero, peor aún, ni siquiera después de esos eventos los organizadores, participantes y testigos ven los errores que cometieron. Y, desde luego, por eso se van a repetir, se han repetido y se seguirán repitiendo en EUA, México y el mundo.
Por ejemplo; que a Jonathan Davies (vocalista de Korn) le tuvieran que poner bolsas de hielo, suero y oxígeno inmediatamente después de su actuación en el escenario de Woodstock 99, no sólo habla de lo más anti-rockstar que puede en el mundo de la música en vivo, sino que también subraya el calor sofocante que durante esos días hubo.
“El festival perfecto tiene diferentes grupos. Tiende a apuntar a diferentes géneros y fans“, asegura un experto en música de Woodstock 99… antes de evidenciar que nombres poderosos de agrupaciones como Metallica, Red Hot Chili Peppers, Korn y Limp Bizkit estaban como 5 ó 6 bandas que si durante esa época no se reconocían, ahorita mucho menos.
Pero lo peor de Woodstock 99 no fue eso sino su público. Al que en realidad no presté mucha atención porque lo que realmente me interesaba ver eran los actos musicales.
Hasta que vi al recientemente fallecido DMX hacer un show espectacular, si no es que el mejor de todo el festival, frente a un mar de chicos blancos. Chicos blancos de fraternidad. Chicos blancos de fraternidad muy enojados. Chicos blancos de fraternidad muy enojados que se sentían negros… aunque no quieren ni respetan a esa gran raza. Poco más se necesitaba para la catástrofe.
Y aún así todo estaba relativamente bien. Lo que en verdad te revuelve el estómago es que muchas mujeres, hasta niñas de 14 años, fueron toqueteadas, burladas, exhibidas y, seguramente aunque no hay imágenes de ello en Woodstock 99…, abusadas sexualmente entre la multitud y hasta en casas de campaña.
Aunque Woodstock 99 Peace Love and Rage no es un documental perfecto, pues cae en cierto sensacionalismo, se entiende que esto se debe a que sólo así atraerá al público no familiarizado ni interesado en este tipo de largometrajes. Pero sin duda alguna es atractivo para todos los amantes de la música que no sólo se la viven entre 1 o 2 géneros.
Woodstock 99: Paz Amor y Furia: Una evidencia más de que en el mundo hay cada vez menos seres humanos. En su lugar hay chimpancés amaestrados por políticos, cine y televisión; que solamente necesitan un pretexto, el que sea y donde sea, para mostrar su poder destructor, imbécil, violador y asesino.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Especiales, Cortesías y Archivo Extensión