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Exploraciones hechas en la red subterránea de cenotes y cuevas sumergidas de Tulum, Quintana Roo, han aportado información inédita sobre el paleoambiente, el andar de la megafauna y la vida del ser humano en esta región, hace 13 mil a 8 mil años antes del presente.
Las investigaciones se han hecho en los últimos 20 años, y la investigadora del INAH Carmen Rojas Sandoval recapituló algunos de los descubrimientos en un foro académico de El Colegio Nacional.
La experta dijo que los trabajos que se han hecho en el nuevo milenio respecto a arqueología prehistórica y paleontología subacuática han dado grandes avances, pues han ofrecido un panorama fidedigno del paisaje, la biodiversidad y la vida humana en esta zona, al final del Pleistoceno.
Muestra de ello es lo que han podido encontrar los expertos en el Sac Actun (307 km) y Ox Bel Ha (235 km), los dos ríos subterráneos más grandes del mundo: una decena de esqueletos de hombres y mujeres prehistóricos, y una variedad única de megafauna extinta.
Como se lee en un comunicado del INAH, las osamentas de la “Mujer de Naharon”, el “Abuelito de Muknal” y el “Joven de Chan Hol 2” fueron datadas por encima de los 13 mil años, siendo las más antiguas.
Les siguen los esqueletos de “Naia”, la “Señora de los Palmas” e “Ixchel”, y los recuperados en los sitios Chan Hol 1, El Pit 1, El Pit 2 y El Templo, que van en escala descendente de los 12 mil 970 a los 8 mil años antes de nuestra era.
“Las condiciones de vida eran muy amenazantes. Acechaban depredadores gigantes como el león americano, el tigre dientes de sable y el oso cara corta; a su vez las condiciones de salud eran más que precarias, los análisis de antropología física revelan infecciones, fracturas y enfermedades bucales, sin mencionar que el parto representaba un factor de alto riesgo para las mujeres”, dijo la también directora del Proyecto Cementerios Acuáticos Mayas.
Sobre esto basta recordar todo lo que se consideró en torno a la muerte de “Naia”, que según estudios han arrojado que se trató de una joven que estaba maltratada y que además fue madre, no se sabe cuánto tiempo antes de su muerte.
En la charla ofrecida en el marco del programa Contigo en la Distancia se comentó que hace 14 mil años Tulum era un mosaico de bosques abiertos, rodeado de pastizales con variantes de vegetación selvática, abundante en árboles de mamey y zapote amarillo, propios del trópico.
Seres humanos y megafauna enfrentaron los efectos del cambio climático de finales del Pleistoceno, la llamada Era de Hielo: “con el incremento de la temperatura se elevó el nivel del mar, y las áreas que dominaban se fueron inundando. Sabemos que la isla de Cozumel era más grande y los esteros, que los humanos pudieron explotar en la costa antigua, ahora están sumergidos”, abundó la ponente.
Carmen Rojas hizo hincapié en que la “banda de Tulum”, como ella nombra cariñosamente a los seres humanos prehistóricos recuperados en cuevas y cenotes, son parte de la historia de la humanidad y de su odisea por el planeta.
Ubicada en la península de Yucatán, Tulum es uno de los paraísos del sureste de México tanto por sus escenarios llenos de vegetación y fauna silvestre, así como por los misterios que guarda sobre el pasado prehistórico del país, así como por los vestigios de los antiguos habitantes de la región.
Actualmente es un gran punto de atracción turística debido a todo el contexto, así como por la ciudadela maya que corona a esta antigua población la cual está coronada con los vestigios del que es popularmente conocido como “El Castillo”.
Redacción (@RevistaExt)
Fotos: Cortesía INAH
