La paternidad/maternidad es un tema sumamente complejo. Que en México sea tratado sin el menor rigor y que sólo se vea como un deber ineludible de quien quiere ser “alguien en la vida”; es el resumen perfecto del por qué hay tantos niños(as) que parecen padres o, peor aun, que están completamente perdidos.
Para disfrutar plenamente de Cara de Ángel hay que entender que es un drama sin mayores pretensiones que presentar a una encantadora pero casi huérfana niña y una progenitora que lo único que tiene de madre es el nombre.
‘Elli’ (una gloriosa protagonista de no más de 10 años, cuyo nombre nos tenemos que aprender pues tiene un gran futuro, Ayline Aksoy-Etaix) y su madre, ‘Marlène’ (la maravillosa Marion Cotillard en uno de sus papeles más asquerosos por el personaje al que interpreta), viven en un pequeño departamento en un pueblo junto al mar.
Desde los primeros minutos de Gueule d’Ange se puede percibir que ‘Marlène’ no es una persona confiable, siempre parece fastidiada y dormida, excepto cuando se está preparando para ir a alguna fiesta. Y es una noche cualquiera de excesos, que decide irse con el primer tipo que muestra cierto interés en ella, abandonando a su hija sin dudar ni un segundo.
Por eso y más ver a ‘Elli’ duele, estruja el corazón, pues cada vez es más obvio que no tiene, no ha tenido y tal vez nunca tendrá mamá. Es más, ella misma parecía madre cuando arrullaba a ‘Marlène’ en una de sus tantas crudas.
Y es por todo esto que el rostro angelical de ‘Elli’ se va transformando en… en algo muy perturbador. Y que muy probablemente sólo tenga un final trágico.
Es hasta la llegada de ‘Julio’ (un sumamente agradable Alban Lenoir) que la vida de este pequeño ángel parece que tiene algún futuro.
El 22º Tour de Cine Francés nos ofrece una de las películas más emotivas de su catálogo; pues con base en actuaciones increíbles, fotografías espectaculares y una historia sumamente compleja pero llevada con la mayor naturalidad y calma posible, nos enfrentamos a un drama que puede tocarnos profundamente.
Marion Cotillard es extraordinaria interpretando a una pendeja, infantiloide, borracha, drogadicta y totalmente irresponsable “mamá”. Además de que ‘Marlène’ es un mujer que quiere amor pero no sabe amar, lo que es obvio puesto que no se ama ni a sí misma.
Cara de Ángel: La prueba cruel de que no todos están hechos para criar hijos(as), pero también de que hasta lo más reacios a tenerlos pueden ser extraordinarios padres/madres.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesía Nueva Era Films