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No, definitivamente A Bad Moms Christmas no es tan puerca y divertida como Bad Moms, pero era lógico tratándose de una secuela basada en una de las fiestas más mediocres del año, esa que solamente celebran “por lo regalos”, por costumbre y porque “no queda de otra”: Navidad.
Pero mientras que la química entre Mila Kunis (Amy), Kristen Bell (Kiki) y Kathryn Hahn (Carla) sigue siendo fresca y divertida; el ingreso de otro trío es sorprendentemente igual de efectivo e hilarante.
Cheryl Hines, como la madre obsesivamente enamorada de su hija Kiki, es fabulosa por freaky; Christine Baranski en apariencia parece la menos divertida de las tres, pero entre más nos vamos involucrando en su vida en pareja, descubriremos que en su petulancia y exuberancia monetaria esconde el gran dolor por no poder expresarle a Amy cuanto la ama; por último, Susan Sarandon actúa acertadamente su papel de madre hippie/rocker.
En resumen, estas tres nuevas integrantes de la familia Bad Moms son muy entretenidas, sin embargo el guión se vuelve demasiado familiar, seguramente para que la película pueda ser vista por una mayor cantidad de público que la primera parte, y por eso mismo falla en superar a su antecesora.
Pues si bien las obscenidades y el humor negro continúa presentes, estos no son tan fuertes y explícitos como en su primera parte.
Es por ello que La Navidad de las Madres Rebeldes puede ser mucho mejor apreciada si no se ve antes su trailer, ya que ahí hay muchos de los chistes más efectivos de la cinta así como grandes pistas o hasta spoilers de lo que sucede en la película y eso le resta fuerza y sorpresa.
Definitivamente A Bad Moms Christmas no supera a su precuela, pero sigue siendo más ruda, hilarante y políticamente incorrecta que las niñerías navideñas que año con año inundan los cines y la televisión.
Por: Ángel Caballero (@AngelReject)
Fotos: Cortesía Diamond Films
