Un poema milenario; una palabra a través de la cual se expresa la bastedad de la cosmovisión de la cultura japonesa. Iroha. Diálogos en el arte. Japón México, en el Museo Franz Mayer, recoge más de 300 piezas de la tradición nipona para mostrar la sinergia entre la nación del sol naciente y México.
La exposición sucede en el marco de los 120 años de la primera gran migración japonesa a México, la cual es conocida como “Enomoto”, impulsada por el vizconde Takeaki Enomoto y el gobierno de Porfirio Díaz a finales del siglo XIX.
Esta migración permitió la primera colonia nipona en México: la Colonia Enomoto, en Chiapas. Esta comunidad fue establecida en 1897 y sentó las bases para la migración japonesa a otras partes de América Latina.
El nombre de la exposición, Iroha, proviene de un poema escrito por un monje japones de la era Heian (794-1185 d.C.). Este concepto significa en la tradición budista que nada es estático y que todo está en constante transformación.
La muestra cuenta con la curaduría de Daniel Masayoshi Ardila y Karina Ruiz Ojeda, con la colaboración de Viveka González Duncan, Horacio Acosta Rojas, Miho Hagino y Taro Zorrilla.
De esa manera es que se exhiben elementos de la cultura japonesa, tales como kimonos y armaduras de samurai, así como katanas y muebles de algunas casas, pero también ilustraciones del clásico literario Las historias de Genji, y obras artísticas con creadores asiáticos y algunos mexicanos con ascendencia nipona.
Iroha. Diálogos en el arte busca dar a conocer aspectos importantes sobre la relación entre México y Japón, desde el siglo XVI hasta la actualidad.
Esta muestra se complementa con Jardín de Selenita, exposición en la segunda sala del recinto que reúne obra de artistas contemporáneos japoneses y mexicanos con ascendencia japonesa nacidos entre 1934 y 1986.
Iroha. Diálogos en el arte se podrá visitar en el Museo Franz Mayer hasta el 17 de septiembre.
Por: Humberto de la Vega
Fotos: Cortesía Néstor Ramírez Vega