Escrita en 1963, Lo Bello y Lo Triste, de Yasunari Kawabata, es una obra donde se juntan el amor y la venganza, la pasión y la locura, el verdadero amor y el matrimonio.
Oki es un escritor que hace más de 20 años tuvo una joven amante de nombre Otoko, quien quedó embarazada pero su madre nunca aceptó la relación con el autor que ya tenía una familia. Un año nuevo él quiere escuchar las campanas de Kioto al lado de la ahora pintora, pero ahí conocerá a Keiko, su joven ayudante y quien planea vengar a su maestra.
En este libro no encontramos protagonistas pues todos tienen el mismo peso y sus historias adquieren relevancia en determinados momentos de la narración. Ueno Otoko es la amante de 16 años que cae rendida ante un hombre casado. Su madre no acepta eso e incluso se opone a que tenga un hijo, la lleva a un hospital mental y finalmente se mudan para que se alejen entre sí; no obstante su amor continúa latente pese a los años.
Con un estilo ecléctico del mundo occidental y oriental, Kawabata aborda temas como el amor y la vida desde creaciones artísticas, sus implicaciones e inspiraciones así como sus consecuencias. Al separarse de Otoko, Oki decide escribir su historia y crea un libro exitoso que lleva por título Una chica de 16. En su obra el autor narra su amor con la joven, pero el manuscrito se lo da a mecanografiar a su esposa. Es así como florecen los celos de su mujer, pero también se da cuenta de la destrucción que tiene la joven cuyo bebé murió.
En esta novela es apreciable el cambio generacional del siglo XX y la apertura de Japón al exterior, los logros de la era Meiji. Es una sincronía entre las tradiciones y los nuevos pensamientos, ideas y corrientes artísticas, lo cual se refleja en la aprendiz y sus obras abstractas, apartándose del canon y de la figuración.
En Lo bello y lo triste, al igual que en La casa de las bellas durmientes, Kawabata hace una exploración erótica pero no solo en las preferencias heterosexuales, sino también lésbicas. Contrario a su obra de 1961, en ésta es más explícito con las relaciones, pero a la vez es oscuro por los sentimientos y personalidades de sus personajes, en especial el de Sakami Keiko, un personaje del que nunca se llega a divisar si sus acciones son movidas por el sentimiento de venganza o el de sus sentimientos.
El escritor hace de Keiko un personaje tan temperamental y pasional que logra que en un bello rostro esté presente una figura de miedo. Sus ideas y emociones hacen que el lector no termine de comprender si es en verdad un ser capaz de querer o en verdad puede querer a un hombre. Al acostarse con el padre y con el hijo, la joven manifiesta los límites de su odio y su aprehensión al dejar tocar a cada uno un pecho, siendo afortunado aquel que puede tocar el izquierdo, el lado del corazón.
El lago Biwa es el último escenario donde se lleva a cabo esta historia de amor y venganza. Es ahí donde el torii recibe a los jóvenes y sucede el trágico suceso donde queda el clásico final abierto de Kawabata.
Por: Humberto de la Vega (@RevistaExt)