Por Erik López y Victoria López
Deep Purple mostró que la edad no importa para dejar el alma en el escenario. Ian Gillan Steve Morse, Roger Glover, Ian Paice y Don Airey desbordaron energía durante su presentación en el Centro Expositor y de Convenciones de Puebla. El público se entregó por completo a un show lleno de música honesta, aunque no llenó el auditorio en su totalidad.
La tecnología, luces, videos, fuegos artificiales y actos montados fueron sustituidos por la entrega y pasión de Ian Gillan, respaldado por su voz que no cede ante el tiempo, un talento que sólo necesita de instrumentos para complacer por completo a sus seguidores.
Justo a las nueve y quince de la noche el público explotó, unificando sus voces en un solo grito, alzando las manos, y disfrutando del primer sonido, impecable, lleno de suspenso que anunció la entrada de la legendaria banda británica al escenario.
El concierto inició con una de las canciones más heavy del grupo, “Highway Star”, primer canción del disco Machine Head. La emoción no sólo se reflejó en los rostros del público, Deep Purple disfrutó del escenario y de lo que su música provoca. Poco importó que Ian Gillan no alcanzara los agudos de hace algunas décadas, pues el público devolvió la entrega del vocalista, con aplausos y bailes al ritmo de “I’m a highway star”.
La virtud y el talento parecen inmunes al tiempo. Los integrantes de la banda mostraron que, a pesar de tener alrededor de 70 años, conservan la habilidad que los hizo traspasar fronteras y generaciones. Cada integrante mostró su virtuosismo de forma individual, e hicieron suyo el escenario con solos de sus respectivos instrumentos.
Gillan presentó a Don, dejándolo solo en el escenario, entonces Airey hizo gala del gran talento que tiene, con un solo de teclado en donde mezcló el característico estilo de la banda con algo de música clásica y hasta se dio tiempo de incluir el himno nacional mexicano. El público se lo agradeció ovacionándole con fuertes aplausos y chiflidos.
Gillan correspondió en todo momento a los asistentes, “Space Truckin” empezó a escucharse y quedaba claro que Steve Morse era el más enérgico de la banda.
Finalmente Steve tocó uno de los más famosos riffs de la música, “Smoke on the Water”, y el público gritó aún más fuerte, tanto que el coro “smoke on the water, fire in the sky” fue totalmente cantado por los asistentes y que opacó la voz de Gillan.
Gillan se dependía: “You guys are amazing, we love you so much, ba bye” y abandonaron el escenario, sólo para volver al cabo de un minuto. A su regreso, siguieron provocando al público a bailar y gritar más mientras tocaban Hush, y el público seguía el ritmo del pandero de Gillan.
Morse y Don comenzaron un juego de imitación de sonidos, Don marcaba el sonido con el teclado y Morse lo replicaba con su guitarra, al cabo de un rato, Glover se posicionó en el centro del escenario para comenzar a tocar energéticamente su bajo, mientras Paice lo acompañaba con la batería, para darle paso a otra de sus icónicas canciones, Black Night. El público bailó y cerró los ojos, algunos imitando con las manos los riffs de Steve Morse y algunos más, los movimientos de Don Airey en el teclado.
Finalmente Gillan se despidió de un público entregado y agradecido, pero que se quedó con ganas de más aunque la banda dio alrededor de 100 minutos de concierto. “Thank you, we love you, take it easy. Ba bye.”
Deep Purple, cerró así de manera exitosa el primer concierto de la gira que tienen preparada por la República Mexicana para este 2015.