Un hallazgo maravilló a la comunidad arqueológica de la Ciudad de México. Un templo dedicado a Ehécatl-Quetzalcóatl fue descubierto en el límite de Tlatelolco y la colonia Guerrero en un predio donde se construiría un centro comercial.
Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) trabajan en la consolidación del templo del dios del viento, el segundo de su tipo descubierto recientemente en esta zona arqueológica y que cuenta con más de 650 años de antigüedad.
El arqueólogo Eduardo Matos Moctezuma indicó que estos cimientos se remontan a 1325, cuando un grupo de mexicas inconformes con su poder rector, se establecen en un “montículo de arena” que, con el paso del tiempo, no sólo se convirtió en una ciudad gemela de Tenochtitlan, sino también en un importante centro comercial de la Triple Alianza y de toda la región mesoamericana.
La directora de la Zona Arqueológica de Tlatelolco, Edwina Villegas Gómez, explicó que tras dos temporadas de supervisión y salvamento arqueológico, bajo la coordinación del arqueólogo Salvador Guilliem Arroyo, responsable del Proyecto Tlatelolco, se ha logrado establecer que el templo tiene más de 650 años de antigüedad, mide 11 metros de diámetro por 1.20 de altura y se encuentra a una profundidad de 3 metros bajo el nivel de la calle.
En el predio se localizaba el antiguo supermercado El Sardinero, el cual fue demolido. Por la calle de Lerdo, esquina con la avenida Ricardo Flores Magón, se puede ver la obra negra del Centro Comercial Tlatelolco; sin embargo, en la casi esquina de General Regules, donde fue hallado el templo prehispánico, se alzaron mallas, por lo que el peatón no puede observar el recinto antiguo.
La construcción descubierta presenta particularidades: la primera de sus tres etapas constructivas data de los años posteriores a la fundación de la ciudad en 1337 d.C. y tiene paredes bicónicas (inclinadas en vez de rectas), lo ,que la distingue del resto de las ruinas prehispánicas de la Plaza de las Tres Culturas.
Sobrepuesta a esta fase está la segunda etapa (entre 1376 y 1417 d.C.) que es la más visible del conjunto; de la tercera (hacia 1427 d.C.) sólo quedan desplantes alrededor de la edificación, algo que, comentó el supervisor del proyecto de salvamento, Eduardo Luna Vargas, pudo haber sido causado por la construcción de una cementera y el supermercado El Sardinero, en la primera mitad del siglo XX.
No obstante, se han localizado testigos de la que, se cree, era una cuarta etapa constructiva en el muro que funge como límite de la excavación (pegado a la avenida Flores Magón), cuyo costado oeste luce un remate con una decoración de piedra que simula un pendón entrelazado a manera de moño.
Se calcula que los trabajos de consolidación y reintegración de la estructura concluyan en diciembre.
Redacción (@RevistaExt)
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