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Jorge Arturo Arroyo Rodríguez es el ganador de Premio Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2016 por su obra titulada Cuentos de Niña Agua, que presentó con el seudónimo “Lluvia vagabunda”, en respuesta a la convocatoria realizada por la Secretaría de Cultura Federal, el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) y el Gobierno del Estado de Campeche, por medio de la Secretaría de Cultura de Campeche.
Con una sala repleta se conmemoró al narrador, dramaturgo y periodista, Juan de la Cabada, figura emblemática de las letras mexicanas, quien con su imaginación, ingenio y habilidad como cuentista, nutrió las páginas de diversas publicaciones. En el marco de la celebración se entregó el premio a Jorge Arturo Arroyo Rodríguez.
Visiblemente conmovido de las palabras y memorias de Juan de la Cabada, Arroyo Rodríguez señaló: “Mi obra nació como un proyecto de pequeñas ideas que fueron tomando forma, como cuando se arma un rompecabezas. Con esto y sin ninguna pretensión, me honra asomarme a la vereda que señaló el maestro Juan de la Cabada, con su intención de difundir nuestra cultura, asomarse a su fantasía y no dejarla morir”.
Refirió que Cuentos de Niña Agua tiene relatos que llevan un paralelismo entre el protagonista y su vida, “persiguiendo un sueño hasta alcanzarlo, y me honra dedicarlo a una persona que ya no está aquí, mi madre”.
El jurado de este certamen, integrado por Esteban Hinojosa Rebolledo, Raquel Castro y Karen Villeda, decidió por unanimidad premiar dicho trabajo “por su temática universal, su manejo del lenguaje, su registro poético, sus personajes no estereotipados, su tratamiento de movilidad social y el énfasis que hace en el conocimiento como herramienta para relacionarse con el mundo”, según consta en el acta.
Raquel Castro dijo: “Nos pareció que el personaje central de la obra es muy interesante. Es una niña que no se conforma con lo que por rol de género establecido le corresponde y está dispuesta a aprender, a estudiar, a crecer, para lograr sus sueños. En este caso quiere ser sacerdotisa porque está todo en un contexto prehispánico. Creemos que la trama está muy bien desarrollada, tiene un uso del lenguaje que logra ser poético y al mismo tiempo narrativo, no se queda en la contemplación ni se va tampoco solo por la anécdota”.
Añadió que una característica muy importante de este trabajo literario es que no presenta a los típicos adultos que dictan cómo deben ser las cosas, “más bien tenemos a una niña que cuestiona, y donde los adultos que la acompañan son más guías que figuras de autoridad. Por otra parte, creemos que es importante que haya más obras donde el personaje protagónico sea femenino y fuera de los clichés, que sea una niña fuerte, capaz de hacer las cosas, curiosa, independiente, porque de alguna manera eso se relaciona con las nuevas formas de ser que enfrentamos y vivimos actualmente”.
Por su parte, Karen Villeda comentó que la universalidad en esta obra la resaltó por encima del resto, porque cualquier persona puede identificarse con la historia. “No solamente es una niña que supera su propio rol de género, sino que al ser universal el tratamiento del tema, se refiere a cualquiera que, siendo niño, adulto, o de cualquier edad, al encontrarse o enfrentarse al mundo y empezar a tener esta serie de cuestionamientos siempre está en un camino que lleva hacia la luz y eso fue lo que nos gustó mucho porque se refiere al crecimiento.
Redacción (@RevistaExt)
