Una de las obras icónicas de George Orwell, 1984, ha llegado a los primeros lugares en listas de ventas de libros no sólo en Estados Unidos, sino en otros países incluyendo México.
La historia fue catapultada luego de que un integrante del equipo de Donald Trump hablara sobre la “verdad alterna” de los asistentes a la investidura del nuevo presidente del país norteamericano.
La verdad es mentira y una mentira, dicha muchas veces, se convierte en verdad. El escritor inglés representa de esa forma la máxima del gobierno de “Oceanía” conocido como Socing (Socialismo inglés). La obra publicada cuatro años después del término de la Segunda Guerra Mundial está catalogada como una de las máximas distopías literarias, realidades en que el ser humano vive en la opresión y la tecnología fue colocada en contra de una paupérrima mayoría.
Es aquí donde basta pararse un momento y cuestionarse, ¿el gobierno de Trump es un estado orwelliano o desde cuándo es que vivimos en un mundo distópico? Otros libros de esta índole son Un mundo feliz, de Aldous Huxley, y Farenheit 451, de Ray Bradbury. Estas obras, a pesar de haber sido escritas en la primera mitad o a mediados del siglo XX predijeron diversas situaciones que vivimos en la actualidad.
La obra de Orwell si bien podría llegarse a pensar que es una crítica a los gobiernos de izquierda, en medio de una agitación por la Guerra Fría, en realidad lo es hacia las autocracias, gobiernos donde todo el poder reside en una persona. Este régimen es el que decide qué es aceptable, qué deben pensar y odiar, así como qué está prohibido hacer.
Dato curioso: El autor recrea personajes que son diferentes entre sí, no sólo entre alienados y rebeldes, sino dentro de los mismos insurgentes, donde algunos no están interesados por el pasado o que sólo lo son de la cadera para abajo. Es decir, entes que quizá están inconformes pero que no aportan una alternativa porque pertenecen al mismo sistema.
También explora el fenómeno de la pirámide social desde una perspectiva no digamos pesimista, sino cíclica. La clase alta y su interés por permanecer en el poder; la media y su anhelo de ascenso; la baja, y su interés por la equidad cuando lucha por algo.
En más de 300 páginas Orwell nos lleva por una ciudad donde casi no existe la privacidad, donde hay algo o alguien que nos ve a través de pantallas y transistores. ¿Cuál es el único que tenemos para nosotros? En un inicio nuestra propia cabeza; después, aquellos lugares que no alcanzó la tecnología.
Más que hacer una comparación con el gobierno de Donald Trump y sus políticas autoritarias y discriminatorias, sin hablar de su violencia indirecta e ignorancia; al leer esta obra uno debe pensar qué hace, ¿realmente quiere vivir en un mundo como éste? “La guerra es la paz. La libertad es la esclavitud. La ignorancia es la fuerza”, el lema del partido que funge como pilar de una sociedad alienada.
En una sociedad subordinada el mayor peligro es la gente con un ideal.
Por: Humberto de la Vega (@RevistaExt)
Imágenes: Especiales